Expongo aquí un documento que me ha hecho llegar por correo un buen amigo mío hace poco. Aunque no puedo publicar ninguno de sus datos personales ni su nombre real por expresa petición suya, si me ha dado sin embargo su permiso y consetimiento para que publique su relato en mi blog bajo un seudónimo.
El documento está basado en un "sueño" que tubo. Se repitió durante algunos días y le causó una gran preocupación y pesar. Como se dedica a escribir poesías y relatos cortos, escribió lo que recordaba del "sueño" medio en forma de verso porque así le resultaba mas fácil, asi que no se extrañen por la forma narrativa del texto.
La Pesadilla
Ví un mundo donde los libros estaban prohibidos. Ningún ciudadano de ningún país podía tener libros en posesión privada.
Ví como tener libros en poseción propia era considerado un delito muy grave, penado con penas severas de cárcel o incluso la pena de muerte si se trataba de la tenencia de ciertos libros censurados y prohibidos.
Ví con sorpresa como solo los ricos,los políticos importantes o gente con mucho dinero disponían de colecciones privadas de libros, algunos de ellos prohibidos.
Vi como se requería un permiso especial para poseer cualquier tipo de libro y que no se concedía fácilmente a cualquier ciudadano.
Ví un mundo donde el Ministerio del Conocimiento y Cultura se encargaba de guardar toda la información disponible en formato digital. Solo ellos podían darte la información que necesitabas, pero estaba prohibido buscar información por otras fuentes.
Ví en mi sueño a personas valientes que arriegaban sus vidas y las de sus familias para pasarle a otra gente determinada información sobre ciertas cosas, cosas prohibidas y censuradas por el Ministerio de Conocimiento y Cultura.
Ví como habían varios Ministerio del Conocimiento implantados en todos y cada uno de los países del globo, quemaban los libros, los archivos de audio y de vídeo en grandes cantidades y de forma secreta eran destruidos. Vi como el "material" era confiscado por la fuerza a las personas y luego destruido en lugares secretos y adapatados para su eliminación.
Ví como surgía una nueva clase de Fuerza del "orden": la Ecopolicía.
Ví como iban uniformados con ropas de verde claro y pantalones como de policía motorizada con unas rayas amarillas verticales a cada lado del pantalón.
Los ví en todos y cada uno de los países importantes de la tierra. Sus uniformes variaban ligeramente de un país a otro, pero eran fácilmente reconocibles por sus uniformes verdes y amarillos.
Los ví como espiaban y vigilaban a los ciudadanos y como trataban a la gente como delincuentes y como muchos ciudadanos eran acusados de ecoterroristas por tirar una cáscara de naranja a un cubo de basura de embases. Ese era su trabajo: tratar como alimañas a la gente por cosas estúpidas relacionadas como el medio ambiente.
Ví como la ecopolicía catalagoba como delincuentes a los fumadores y los enviaban a la cárcel o a centros de eco-re educación.
Ví como la ecolopolicía empezó a prohibir muchos objetos de plástico. Primero empezaron por los embases de plástico, luego siguieron por objetos de plástico usados para comer: platos, cubiertos, botellas y luego prohibieron mas objetos de plástico, hasta los relojes de plástico fueron prohibidos.
Ví como tener una figurita de plástico era considerado un grave delito medioambiental penado con 10 años de cárcel y una elebada multa.
Ví como mas adenlante usar ya cosas de plástico, era un delito medioambiental. Casi todo era de cristal o vídrio. Los cubiertos eran de vídrio o madera sintética, una madera que no provenía de los árboles y que era creada en grandes fábricas especiales.
Ví que casi ningún objeto usado en la vida cotidiana era de metal o de madera natural puesto que los habían eliminado casi todos, incluidos muebles de madera que eran "reciclados" en grandes cantidades.
Vi que con la excusa del ecologismo la ecopolicía desposeyó de casi todos sus bienes a la gente: objetos personales, muebles, enseres domesticos, juguetes... casi todo les fué requisado y ecoreutilizado. Así oí como lo llamaban: "ecoreutilizar".
Ví como cualquier día la ecolopolicía podía venir sin aviso a tu casa y llevarse cuadros con marcos de madera o la vieja mecedora de la abuela de madera, o tu colección impoluta y sin usar de figuritas de plástico de super héroes marwell con total impunidad y descaro.
Vi como el sexo sin control era implementado en cada país del mundo como algo obligatorio para cualquier ciudadano y a lo cual uno no podía negarse bajo pena de severas multas o incluso periodos de semanas o meses de cárcel si te negabas.
Ví como los desconocidos pedía tener sexo con personas que no conocían de nada y estas personas estaban obligadas a concederselo.
Ví como aquello era una especie macabro y delirante "yo para todos y todos para mi" sexual.
Ví con sorpresa, verguenza y ira,como cualquiera podía tener relaciones sexuales con cualquier persona del sexo que fuese: hombres con hombres, mujeres con mujeres, mujeres con hombres y mujeres, hombres con mujeres y hombres, e incluso con niños...
Ví como a partir de los 18 años se podía tener sexo con cualquier persona; desde los 18 años hasta casi los 90 años...
Ví como la gente obligaba a otra gente a mantener reñaciones sexuales en grupos numerosos que hacían parecer a las películas X de orgías del siglo 20 como meras meriendas campestres de niñitos de párbulos...
Ví como las relaciones sentimentales estaban prohibidas por los gobiernos del mundo: tener una relación sentimental era algo socialmente de mal gusto, malo para la salud e inservible. Lo único válido era el sexo por el sexo pero sin ningún tipo de relación sentimental de por medio.
Ví como las personas que no asimilaron este nuevo concepto eran enviadas a centros de re-educación moral y sexual.
Ví como en esos centros estas personas eran tratadas con sedantes y drogas muy fuertes y incluso con técnicas mentales dirigidas a reprogramar sus subconciente hacia las nuevas normas socio morales sexuales.
Ví como mucha gente enviada a estos centros se volbía loca de por vida y otros se convertían en peligrosos obsesos sexuales de todo tipo, pero el sexo estaba bien visto en casi todas sus formas, salvo algunas como el incesto o el abuso sexual a menores de 18 años, el resto estaba permitido asi que a estos nuevos deprabados sexuales no les era prohibido casi nada.
Ví como un nuevo "deporte" era implementado en muchos países del mundo: el sexoasesinato.
Ví con sorpresa las numerosas pantallas gigantes instaladas en las vías públicas de todo el mundo se retransmitía en directo y de forma gratuita grandes maratones de sexoasesinato consistentes en grandes orgías sexuales sin medida ni regla alguna.
Ví luego ejecutaban publicamente a algunos de los participantes elegidos cada cierto tiempo por un super ordenador o por los mensajes enviados por el público en directo al programa.
Ví como verdugos enmascarados que portaban todo tipo de armas asesinaban a los participantes elegidos por el super ordenador o por el público, y como en casos especiales el público pedía la eliminación bajo una forma especial de muerte de ciertos participantes mediante votaciones o mensajes masivos enviados al maratón de sexomuerte retransmitido en directo.
Ví como ninguno de los participantes que participaban en la sexomuerte tenía nombre propio, tan solo tenían una letra y un numero anónimo del uno al mil elegido al azar por el super ordenador.
Ví como todos y cada uno de ellos llevaba el rostro cubierto por máscaras de todo tipo y forma y como gracias a eso no se podía identificar que personas eran.
Ví asqueado como todo tipo de depravados sexuales, de locos y de desquiciados de todo tipo participaban en las maratones de sexomuerte.
Ví como muchos de estos locos se hacían famosos por sobrevivir a varias maratones sin ser elegidos por el super ordenador o o por el público para morir.
Vi como muchos otros de ellos se hacian famosos debido a los mensajes de salvación que mandaban al programa los ciudadanos y como el público los convertía a algunos de ellos en nuevos dioses de sexo elegidos por las masas.
Ví como mucha gente algunos cuerdos, deprimidos o derrumbados por el mundo en el que tenían que vivir se apuntaban a las maratones de sexomuerte como una forma digna de encontrar el eterno descanso que tanto deseaban ya que el suicido estaba prohibido en aquela sociedad.
Ví con como algunos de ellos conseguían su propósito y otros no.
Ví como a los que sobrevivían a las maratones de sexomuerte no les eran cambiados su letra y su número asignados al principio y así eran facilmente reconocidos por el público que los adoraba y los admiraba como a la gente famosa, las estrellas de cine o los cantantes cool.
Vi con asco como estos "sobrevivientes" eran aclamados por el público en cada pantalla privada de cada hogar y en cada pantalla instalada en la vía pública y en las fachadas de los edificios con mesajes del tipo de: "¡Un gran aplauso para K-157 que ha sobrevivido a tres sexomuertemaratones y se encuentra hoy otra vez entre nosotros dispuesto a participar!".
Ví asqueado y sorprendido como los cadáveres de las personas eran incinerados y reciclados en las mas diversas formas en forma compuestos comestibles que luego las personas comían en pequeñas cantidades, añadían a las comidas o usaban como fertilizantes para la tierra.
Ví como los gobiernos llamaban a los desechos de los "nutrientes naturales" y como la gente era engañada para que lo comiesen bajo la mentira de que no habían sufientes alimentos disponibles para tantas personas.
Ví como a muchos que al principio se negaron a ingerir los desechos de sus propios muertos y seres queridos, el gobierno los obligó a comer de por vida insectos de todo tipo como castigo por ser tan poco ecológicos.
Ví con asombro como no había casi alimentos naturales para la población civil pues toda la comida era transgénica o insectos.
Ví sorprendido como la mayoría de personas mayormente comían productos transgénicos de buen agrado, pues le parecía algo natural y sano.
Ví como asqueado como otros comían insectos por voluntad propia o para parecer mas respetuosos con el medio ambiente, pero sus almas estaban vacías y sus corazones eran negros.
Ví con ira como los gobiernos del mundo guardan ingentes cantidades de comida natural en almacenes secretos y en invernaderos escondidos bajo la tierra.
Ví asqueado como los ricos, los políticos de nivel y los famosos comían en secreto como cerdos deleitados en la gula cosas naturales que les estaban prohibidas a los ciudadanos.
Ví iracundo como luego se reían de las penurias del vulgo y de las asquerosidades envenenadas que habían conseguido que aceptasen como comida con una copa de buen vino en la mano entre charlas amenas y risas.
No me parecieron hombres, ni bestias tan siquiera, pues hasta los animales salvajes tenían mas compasión y empatía hacia sus semejantes que aquel resto de escoria humana que ni siquieran merecían el calificativo de seres humanos.
Y ahí, sumido en medio de la ira y del asco, me desperté de mi pesadilla sudoroso y con mi alma y mi cuerpo sacudidos y temblorosos como las ramas de un árbol sacudidas por el viento de una negra tormenta, sin apenas poder distinguir si aquello que había soñado era solo un sueño o una pesadilla que estaba por venir en tiempos futuros.
Javier Muñoz