Las Ciudades secretas de la bomba A
En 1939, un grupo de científicos, entre ellos Albert Einstein, advirtió al, presidente de Estados Unidos, Roosevelt, de la posibilidad de que la Alemania de Hitler estuviera planeando la elaboración de una bomba atómica. Roosevelt emitió una orden: Estados Unidos debía ser el primero en desarrollar la bomba atómica, sin importar el coste. En un plazo de tres años, el país ya se había encaminado hacia la creación de un mundo escondido de ciudades secretas e instalaciones nucleares clasificadas. Todo construido en América. Cuatrocientas mil personas formaban parte del plan, aunque sólo un puñado sabía realmente la verdad. Seis décadas más tarde, un equipo de expertos regresa a estos lugares, donde se decidió el curso de la historia: tres ciudades secretas construidas en zonas aisladas de Tennessee, Nuevo México y el estado de Washington, que constituirían el programa de ingeniería más costoso en términos de dinero y de trabajo llevado a cabo jamás. Mediante material clasificado, testimonios de testigos y avanzada tecnología gráfica, recrearemos en la actualidad el mundo secreto del Proyecto Manhattan.