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La crisis de Egipto amenaza el suministro de petróleo y gas y añade inestabilidad económica

Publicado en por Skiper

Fuente: http://www.zoomnews.es/94879/economia/finanzas-y-mercados/conflicto-egipto-amenaza-produccion-petroleo-y-gas

El conflicto podría elevar el precio del crudo más allá de los 115 dólares por barril.

Un alza hasta 120 dólares retrasaría la recuperación de la zona euro.

 

 

Si usted es de los que piensa que la inestabilidad política en Egipto ni le va, ni le viene, se equivoca. Los disturbios -para muchos ya una guerra civil abierta- que, lejos de amainar, parecen cada día ir a más, tienen numerosas derivadas, no sólo geopolíticas sino también económicas. De ellas, la más importante -porque puede llegar a afectarnos a todos- es la posibilidad de una crisis energética en toda regla, como la vivida en 1973, tras la Guerra del Yom Kippur.

 

 

Desde que el ejército egipcio tomara el poder expulsando al Gobierno de Morsi hasta hoy mismo, el precio del barril de petróleo no ha hecho más que subir. Y ello por dos variables.

Una, el posible cierre del Canal de Suez, por el que discurre la mayor parte del tráfico de buques cargados de crudo con destino a medio mundo. Dos, por la posibilidad de que el conflicto se extienda a países limítrofes, como Libia, también importantes productores de petróleo y distinguidos miembros de la OPEP.

 

 

120 dólares por barril, la línea roja

El peor de los escenarios sería la interrupción total del suministro por parte de Egipto a sus importadores. Durante los últimos días, el precio del barril de crudo ha coqueteado con los 110-111 dólares, el nivel más alto registrado en los últimos cinco meses. Los analistas financieros consultados aseguran que es factible llegar a los 115 dólares en los próximos días.

La barrera psicológica de los 120 dólares aún no se baraja, o prefiere no ser contemplada por las distintas casas de análisis y -como no- por las industrias que dependen casi enteramente de ésta commodity para su producción, además de por familias y particulares, claro está.

 

 

Esos 120 dólares son considerados un nivel a partir del cual sí empezaríamos a notar -y de qué manera- lo mucho que nos afecta la crisis egipcia a la hora de repostar con nuestro vehículo en las estaciones de servicio.

Carlos Laredo, analista independiente, no cree factible llegar a él y mucho menos al de los 125 dólares por barril. Pero si ocurriera, la recuperación de la economía de la zona euro, que ya parece un hecho en ciernes a tenor de los últimos datos con los de Eurostat, se retrasaría meses: "No sería descabellado, si el Canal de Suez llega a cerrarse al tráfico", asegura.

 

 

Según apunta el último informe del Servicio de Estudios del Commerzbank: "El Canal se encuentra bajo protección militar por el momento y no cabe esperar un bloqueo del abastecimiento. Pero es probable que los últimos acontecimientos hagan que siga aumentando la percepción de riesgo por parte de los mercados". Bastante obvio a la luz de todo lo que estamos explicando. Pero no por ello, menos preocupante.


La última vez que el Canal de Suez se cerró al tráfico fue tras la Guerra de los Seis Días. El resultado fue que el comercio internacional se contrajo, nada menos que en un 20%. Por él pasaron, a lo largo de 2012, tres millones de barriles diarios de petróleo además de otros productos derivados.

De ellos, más de la mitad fueron a parar a Europa y Estados Unidos. El millón trescientos mil barriles restante tuvo como destino, básicamente, países asiáticos. Estos últimos procedían no tanto de Egipto, y sí de Libia.

 

 

La Agencia Internacional de la Energía ha informado ya de que uno de los países más perjudicados por un hipotético cierre sería, precisamente España, dado que por él pasa el 37% de crudo del total precisado por nuestro país y que procede de de Arabia Saudí y el Golfo Pérsico.

Pero no sólo el canal es objeto de preocupación. Los expertos de XTB apuntan al oleoducto Sumed, que une el Mar Rojo con el puerto de Alejandría. Por él discurre cada día una cantidad de crudo equivalente a un millón y medio de barriles. Cualquier atentado contra ésta infraestructura, sería fatal.

 

 

'Efecto contagio'

Éste es precisamente el segundo escenario, también temido por los agentes económicos citados: la transmisión de la crisis egipcia a países limítrofes, como Libia. Hay que tener en cuenta que, tras el derrocamiento de Gadafi, la producción de petróleo allí ha caído en picado. Nada más y nada menos que de un 1,4 millones de barriles a 350.000, sólo en los últimos meses.

Algo que ya ha hecho que los países más dependientes del crudo exterior dirijan su mirada a Estados Unidos y Rusia, como posibles fuentes alternativas de las que abastecerse. España no ha sido una excepción y contempla también la opción de incrementar sus importaciones procedentes de México y Rusia.

 

 

El gas, otro peligro

Egipto, ya se ha dicho, es también exportador de gas. Su producción se ha hundido desde la caída de Hosni Mubarak. Pero la actual situación podría extenderse a Qatar, cuyo Gobierno apoya abiertamente a los Hermanos Musulmanes. Un país cuya producción de gas tampoco es despreciable. Para hacernos una idea, el 47% de gas que importamos en España tiene origen argelino, pero algo más de un 10% proviene ya de este pequeño emirato del Golfo Pérsico.

Estados Unidos ha disparado su producción gasista, para atender a una demanda -sobre todo, europea, que busca a toda velocidad nuevos suministradores, aunque de momento, no es suficiente.

 

 

Royal Dutch, la mayor petrolera europea ha cerrado ya sus oficinas en Egipto hasta nuevo aviso. British Petroleum y BG han manifestado que, por ahora, su producción y operaciones no se han visto afectadas, pero que mantienen sus oficinas en alerta y que ya han puesto a todo su personal regional a salvo.

Sólo entre las tres abarcan entre un tercio y la mitad del total de la producción egipcia, tanto de gas licuado como de petróleo, por lo que cualquier decisión que tomen será origen, sin duda alguna, de un fuerte vaivén en el mercado.


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