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¿transgenicos no - gracias

Greenpeace y Avaaz entregarán este jueves un millón de firmas a Bruselas contra los cultivos transgénicos

Publicado en por Skiper

Fuente: http://www.europapress.es/economia/noticia-economia-greenpeace-avaaz-entregaran-jueves-millon-firmas-bruselas-contra-cultivos-transgenicos-20101209081549.html

 

La organización ecologista Greenpeace y el movimiento Avaaz entregarán este jueves al comisario de Salud y Protección del Consumidor, John Dalli, más de un millón de firmas que respaldan su petición para que la UE vete los cultivos de organismos genéticamente modificados (OGM) mientras no mejoren los controles sobre su seguridad.

 

 

Aunque la petición está dirigida al jefe del Ejecutivo comunitario, Jose Manuel Durao Barroso, está previsto que sea el comisario Dalli quien reciba en su despacho a los representantes de estas dos organizaciones en torno a las 11:00 horas. Después, el comisario visitará la instalación de protesta que Greenpeace y Avaaz quieren colocar en la entrada de la sede de la Comisión en Bruselas.

Las organizaciones quieren con este paso activar la llamada 'Iniciativa Europea Ciudadana', un nuevo instrumento previsto por el Tratado de Lisboa para que los ciudadanos puedan reclamar a Bruselas nuevas legislaciones si logran el apoyo de un millón de firmas.

 

 

Fuentes comunitarias han puesto en duda que la petición de los ecologistas pueda beneficiarse del nuevo instrumento europeo dado que aún no ha entrado en vigor. Su puesta en marcha está pendiente del visto bueno definitivo de Eurocámara y Consejo, después de que esta semana las partes cerraran un acuerdo sobre su contenido. No obstante, Bruselas entiende que el más de un millón de firmas recogidas demuestra que la situación de los transgénicos en la UE es una cuestión "sensible" que preocupa a la opinión pública. El Ejecutivo comunitario "ya contempla" en sus propuestas algunas de las líneas sugeridas por los ecologistas, según fuentes comunitarias.

 

 

En el mes de julio, el comisario Dalli presentó una propuesta legislativa para dar más libertad a los Estados miembros para que decidan ellos mismos permitir o vetar un cultivo transgénico que sí cuente con autorización en el conjunto del mercado comunitario. También prevé que los gobiernos nacionales puedan argumentar razones éticas o morales para no permitir un OGM, pese a que no hubiera informes científicos en su contra.

 

Muchos Estados miembros, entre ellos España, han mostrado sus dudas ante la propuesta de Dallo, que no logró demasiados apoyos en los debates que ya han tenido los 27 a nivel ministerial, por lo que continúan los trabajos para intentar acercar posturas en una negociación "que llevará tiempo". España, principal productor de OGM en la UE, rechaza la mayor flexibilidad que propone Bruselas porque teme que sea un paso hacia la "renacionalización" de las políticas europeas.

 

 

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El algodón transgénico esconde un gran engaño

Publicado en por Skiper

Fuente: www.tercerainformacion.es

 

Desde La India hasta Andalucí­a, COAG y Greenpeace presentan evidencias de como el algodón transgénico no supone mayores beneficios para los productores locales tal y como algunas voces se alzan sino todo lo contrario.

De hecho, el algodón modificado genéticamente (MG) resulta finalmente mas costoso para los agricultores, porque las semillas son mas caras que las variedades convencionales; porque de todos modos necesita productos fitosanitarios (necesidad que se incrementa con el tiempo debido a que la resistencia de las plagas se hace mayor en las sucesivas campañías), y porque los rendimientos de estas variedades no muestran diferencias significativas respecto a las convencionales.

 

 

Así­ se pone de manifiesto en varios informes, dos de ellos realizados por las universidades de Georgia [1] y Arkansas [2], y en otro más reciente de Greenpeace [3], ¿Quién cosecha de algodón? Análiisis comparativo de la economía de los agricultores que siembran algodón transgénico y ecológico en el sur de la India, que, por ejemplo, demuestra que el cultivo de algodónn ecológico puede generar ingresos un 200% superiores a los del transgénico.

El estudio de Greenpeace “para el que se ha tomado como ejemplo una regiónn de India“ demuestra como la utilización de algodón transgénico insecticida Bt incrementa los costes para el agricultor, ya que necesitan numerosos productos quí­micos que provocan su endeudamiento. Este análisis comparativo, realizado en la región de Andhra Pradesh, demuestra que el algodón transgénico requiere el uso de grandes cantidades de plaguicidas tóxicos y a pesar de ello no se logra el control total de las plagas.

 

 

Las personas que cultivan algodón transgénico se enfrentan a grandes deudas y tienen elevados costes del cultivo, lo que les hace mas vulnerables a las crisis financieras", ha señalado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la Campañía de Transgénicos de Greenpeace España.

El trabajo revela, además, que la deuda acumulada de los agricultores de algodón transgénico es un 65% mayor en las campañas 2008-09 y 2009-10 que la de aquellos que optaron por algodón ecológico. La situación es tan dramática, que el Gobierno indio lanzó en 2008 un paquete de medidas para cinco años por un valor de 200.000 millones de rupias unos “3.600 millones de euro“ para apoyar a los agricultores con problemas. "Este tipo de medidas demuestra la gravedad de la situación, pero resulta contradictorio porque el Gobierno indio permite y promueve el cultivo de algodón Bt, lo que implica que los agricultores sigan endeudados", ha declarado Carrasco.

 

 

Por su parte, los estudios norteamericanos ponen de relieve que las variedades transgénicas no traen consigo una mayor rentabilidad, porque no garantizan un mayor rendimiento, algo que depende de otras variables, como el manejo del cultivo. Además, sus semillas son a largo plazo notablemente mas caras, sobre todo, una vez implantadas, ya que en un principio se ofrecen a bajo precio para despés subirlo cuando ya se ha creado una relación de dependencia.

 

Todo esto demuestra lo que COAG siempre ha defendido, tal y como apunta el secretario de Organización, Eduardo López:  además de las consecuencias que estos cultivos puedan tener sobre la salud o sobre el medio ambiente, con el algodón transgénico las cuentas no salen. Las voces que defienden su rentabilidad estan haciendo demagogia, sin aportar datos rigurosos. Quienes nos acusan de anacrónicos o de oponernos al progreso solo venden humo y no presentan números convincentes, porque con el transgénico las cuentas solo le salen a Monsanto.

 

 

Otro estudio diferente, por parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Gattingen, en Alemania, y de la Universidad de Warwick, en Reino Unido sin embargo, ofrece datos distintos a los de Greenpeace y COAG. En este caso, se afirma que la ganancia total para todos los agricultores indios a través de la superficie cultivada de algodón en el año 2008 fue de aproximadamente mil millones de dólares. La mayor parte (el 60%) fueron ganancias para el sector mas pobre de la comunidad. Asimismo, se afirma que las mujeres del medio rural en India se han beneficiado con salarios mas altos y un aumento de las tasas de empleo en los lugares donde se cultiva algodón transgénico. Claro que este estudio forma parte de la revista Nature Biotechnology, la cual parece justificar los proyectos de las multinacionales de la biotecnologí­a sin mirar el impacto social de las mismas, mirando siempre cuestiones de rendimiento.

 

 

Cabe destacar el enorme interes de las principales multinacionales en la edición científica, por ofrecer este tipo de publicaciones, normalmente de forma gratuita y, por lo general, asociado a sus productos. Las revistas ciení­ficas estan viviendo en 2010 una etapa de auge debido a la financiación por parte de las multinacionales. Esta situación es especialmente crí­tica en Europa, ya que hasta ahora solo las grandes compañías editoriales multinacionales (Elsevier, Highwire Press o Nature Publishing Group), que cuentan con estructuras muy dinámicas, se estan beneficiando. Las reglas del juego en el sector pueden llevar al colapso editorial de las mas humildes revistas científicas, por la necesidad de contínuas inversiones, la fuga de talentos, o la imposibilidad de competir con los grandes grupos. En España, esta situación es aún mas grave.

 

Volviendo al informe de Greenpeace, para la campaña 2010, seúºn las últimas previsiones de la Junta, Andalucía, esta comunidad autónoma cuenta con una superficie sembrada próxima a las 61.000 hectáreas, y una producción de unas 90.000 toneladas. siendo el 95% de la producción nacional algodonera. El número de explotaciones ha bajado hasta poco más de 6.000. El futuro del algodón no pasa por introducir el transgénico sino por potenciar aquellos manejos sostenibles económica y ambientalmente como la lucha biológica o el cultivo ecológico.

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Cien campos secretos de prueba de transgénicos con la connivencia del PSOE

Publicado en por Skiper

Fuente: www.periodicodiagonal.net

Autor: Izaskun Sánchez Aroca

 

Mapa de los campos de cultivo transgénicos secretos. Se puede ver a tamaño completo aqui: http://www.diagonalperiodico.net/IMG/jpg/10_11transgenicos_izaskun.jpg

 

Desde 2008 no se publican las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad informando en qué campos del Estado se cultivan Organismos Genéticamente Modificados. Empresas como Pioneer, Bayer o Monsanto tienen las puertas abiertas para experimentar.

“Tenemos constancia de que se llevan años haciendo experimentos con semillas transgénicas al aire libre sin que los Concelhos, en el caso de Galicia, los ayuntamientos o las organizaciones sociales tengan conocimiento de ello. Desde el Ministerio y la Xunta nos han ocultado información”. Así lo declaraba para DIAGONAL Charo Sánchez, agricultora y secretaria de medio ambiente del Sindicato Labrego Galego (SLG) tras descubrir informes de campos de ensayo de maíz al aire libre realizados en 2008 en los concelhos de Arteixo o Santa Uxía. “Algo que desde la Administración nos habían negado. Ha sido como un jarro de agua fría”.

 

 

La información sobre los cultivos experimentales con organismos genéticamente modificados (OGM) sigue siendo oscura y confusa->. Los campos de prueba al aire libre son, normalmente, parcelas arrendadas por las multinacionales a agricultores y agricultoras para probar nuevas variedades transgénicas (maíz, patata, remolacha o algodón, entre otras). Ensayos que forman parte de los protocolos previos exigidos por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria para autorizar el cultivo comercial de nuevas variedades de OGM.

Un proceso por el que ya pasó el maíz MON810, el único transgénico que se cultiva comercialmente en el Estado español de manera legal, a pesar de haber levantado ampollas en la sociedad civil por sus consecuencias sociales o medioambientales. De hecho, el pasado mes de octubre, el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino (MARM) reconocía por primera vez la existencia de personas afectadas por contaminación de sus cultivos con maíz transgénico MON810. Un peligro que se multiplica con los campos experimentales de transgénicos, cuyo cultivo comercial está prohibido por su falta de garantías, ya que ni siquiera han pasado por un trámite previo que evalúe su seguridad.

 

 

La competencia en el Estado español para autorizar estas pruebas a campo abierto es del MARM. En las solicitudes de las empresas se recogen unos protocolos de seguridad como la eliminación de la muestra. “Tras finalizar la cosecha, las plantas se destruirán por un medio adecuado, generalmente por trituración o enterramiento”, expone Monsanto en uno de sus pliegos para plantar maíz Nk603. La representante del SLG, Charo Sánchez, es tajante: “A eso no se le puede llamar eliminación de residuos. Esa contaminación queda en el suelo. El Ministerio sabe que por todo el territorio hay parcelas y parcelas con organismos transgénicos enterrados. Además, los principios de precaución no garantizan absolutamente nada. Sabemos por estudios que 200 metros de distancia con otros cultivos no es una barrera real de seguridad. Estos protocolos de ensayos y de residuos son los que las propias empresas proponen, no el Ministerio”.

 

 

A todas luces la seguridad parece escasa. “Hemos visto lugares, como Fraga, donde el principio de precaución no se había llevado a cabo. Simplemente habían pasado con una máquina para arrancar los restos del cultivo. Quedaban un montón de mazorcas por el suelo”, apunta Rosa Binimelis de la plataforma catalana Transgènic Fora.

Para Andoni García, responsable de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente del sindicato agrario COAG, no hay seguridad en cuanto hay una experimentación a campo abierto. “Con la investigación que se ha hecho no está garantizado que no existan consecuencias nocivas. Posiblemente haya habido contaminación de experimentales con otros cultivos, pero como sólo se analiza lo ecológico es difícil saberlo”.

Además de la inseguridad, el secretismo acompaña este tipo de ensayos. “Hemos comprobado que cuando se hacen cultivos experimentales no se avisa ni a la población ni a los vecinos”, declara la representante de Transgènic Fora.

Lo cierto es que la autoridad competente, el MARM, no está obligada a avisar a las localidades donde se realiza la prueba. “La última palabra siempre la tiene el Ministerio; las Autonomías están supeditadas, aunque también pueden tener un posicionamiento claro y negarse”, resume Charo Sánchez.

De hecho es imposible saber qué campos se han concedido o no y qué experimentos se están llevando a cabo, ya que esa información debería salir publicada en las actas de la Comisión Nacional de Bioseguridad (CNB), documentos que no ven la luz desde 2008.

 

Según las últimas solicitudes publicadas por el Ministerio, entre 2009 y 2011, hasta 100 localidades de todo el estado Español se habrán convertido temporalmente (de 6 a 12 meses) en laboratorios a campo abierto de la agroindustria.. Pioneer, Monsanto o Bayer, entre otras, se reparten autonomías para sus ensayos. “El concelho de Lalín intentó localizar la ubicación exacta de los campos en su territorio”, revela Sánchez. “Llegó hasta a contactar con Monsanto, que era quien tenía solicitados los campos. También lo intentó Chantada, pero ambos fracasaron. Es muy pre- ocupante que incluso a la propia Administración local le nieguen datos. Esta situación es una muestra de la gran complicidad entre las multinacionales y los gobiernos”, añade.

“Es muy complejo. Hay muchos vacíos legales por los que formalmente no se hace nada irregular pero que generan situaciones complicadas”, afirma Sira Rego, concejala de Medio Ambiente de Rivas Vaciamadrid. Esta localidad consiguió paralizar una solicitud de experimentación con maíz en su territorio. “No nos comunicaron nada porque en principio nos dijeron que no tenían por qué hacerlo”. Para Sánchez, la situación es vergonzosa. “Es un tema social que está afectando a toda la ciudadanía. Debe ser debatido y explicado”, concluye.

 

 

 ¿SÓLO REGALOS?

Regalos, comidas o muestras gratuitas de semillas son algunas de las estrategias que la agroindustria despliega para atraer a agricultores y agricultoras. La revista de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) relata cómo en septiembre de 2009 una delegación del sindicato recorría Estados Unidos invitada por Monsanto. El objetivo de este viaje, según la UPA, fue “visitar varios centros de investigación agraria, así como explotaciones dedicadas al cultivo del maíz, la soja y la remolacha”. Durante una semana esta delegación recorrió fincas de experimentación de cultivos y se reunió con distintos expertos de Monsanto en materia de agua o mejora genética. Como colofón y siempre usando la expresión “agricultura familiar”, visitaron dos explotaciones de remolacha tolerante a herbicidas. “UPA valora muy positivamente este viaje”.

 

 

SECRETISMO Y RIESGOS DE LOS ORGANISMOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS (OGM)

La Comisión Nacional de Bioseguridad
La Comisión Nacional de Bioseguridad, dependiente del Ministerio, es la encargada de elaborar los informes que dan el visto bueno a los experimentos con transgénicos. Está compuesta por 46 miembros, de los cuales tan sólo siete son representantes científicos. Sus miembros están cercanos a la agroindustria.

 

Algodón
La solicitud de Bayer para experimentar con algodón tolerante a herbicida roza la inseguridad: “Debido a las medidas tomadas en el ensayo y a que no existen especies silvestres emparentadas con el algodón en Europa, consideramos que no puede producirse transferencia de genes a otras especies ni al algodón convencional”.

 

Maíz
Las "buenas intenciones" acompañan a Monsanto y su maíz NK603 x MON810. “Se ha demostrado que este maíz es tan seguro y tan nutritivo como cualquier otro. Se espera que su producción impacte positivamente en las prácticas agronómicas actuales y que beneficie a los agricultores y al medio ambiente”.

 

Remolacha
La seguridad también está presente en la solicitud de KWS Semillas Ibérica. “El uso de remolacha tolerante a glifosato puede permitir una producción de remolacha más competitiva y sostenible, con un control de malezas eficaz y aprovechando las favorables características de seguridad de Roundup”.

 

 

Artículos relacionados en este número:

ANÁLISIS // EL RIESGO DE LOS CULTIVOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE
Transgénicos: un peligro para la salud
Los últimos estudios de universidades francesas demuestran los efectos nocivos para la salud del maíz importado, cultivado y consumido en el Estado español.
Por Dávid Sánchez Carpio, de Amigos de la Tierra

ARROZ TRANSGÉNICO //
La debacle del arroz de Bayer en EE UU Por Sara Plaza (Redacción)

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Las deudas contraídas con Monsanto causan 15'000 suicidios anuales entre los granjeros indios

Publicado en por Skiper

Fuente: http://www.alternet.org/world/147825/bollywood_superstar_aamir_khan_shines_the_spotlight_on_what%27s_caused_an_estimated_150%2C000_farmer_suicides_in_india?page=entire

ATENCIÓN: Artículo original en inglés

 

Una entrevista con Aamir Khan sobre su nueva película, Peepli Live, en la que explora las consecuencias de la deriva neoliberal de la India. Las deudas contraídas con Monsanto causan 15'000 suicidios anuales entre los granjeros indios. La tasas anuales de licencia para las semillas GM patentadas por Monsanto mantienen a los granjeros empobrecidos. Una mala cosecha debido a sequía u otras razones, hunde a los granjeros en deudas hasta le punto de que deciden quitarse la vida. En inglés.

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Un juez prohíbe el cultivo de remolacha azucarera transgénica en EE UU

Publicado en por Skiper

Fuente: www.elpais.com

 

Un juez federal de EE UU ha suspendido el cultivo de remolacha azucarera modificada genéticamente en todo el país hasta que el Departamento de Agricultura tenga lista una evaluación más completa del impacto de este cultivo sobre el medio ambiente. La decisión, adoptada a última hora de ayer (madrugada de hoy en España) por el juez Jeffrey White del Tribunal Federal de San Francisco, en el estado de California, prohíbe nuevas plantaciones de remolacha modificada, que representa más del 90% de la producción de EE UU.

 

 Según los expertos, la evaluación que el magistrado pide a Agricultura tardará por lo menos dos años, lo que acarrearía una bajada de la producción porque los productores aseguran que no tienen suficientes semillas convencionales.

La sentencia obedece a una acción colectiva encabezada por el Center for Food Safety (Centro para la Salud Alimentaria), una organización de defensa de los consumidores, y el Sierra Club, una organización de protección de la naturaleza pionera en EE UU. Contra lo que pedían los demandantes, el juez White ha permitido que las remolachas modificadas que ya hayan sido cultivadas puedan ser recolectadas.

Aproximadamente la mitad de la producción de azúcar en EE UU proviene de las remolachas, mientras que la otra mitad se saca de la caña de azúcar. Según las estadísticas del Departamento de Agricultura, la última campaña de recogida de remolacha ha supuesto unos ingresos de más de 1.300 millones de dólares (unos 1.000 millones de euros).

 

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Contaminación a gran escala: Un estudio en EEUU confirma que la colza modificada ha logrado crecer y prosperar en ambientes alejados de donde fue plantada

Publicado en por Skiper

Fuente: www.elperiodico.com

 

Un estudio realizado por investigadores estadounidenses ha documentado numerosas plantas de colza modificada genéticamente creciendo de forma silvestre en los arcenes de las carreteras y en otros terrenos baldíos, lejos de los cultivos donde fue plantada, lo que supone la mayor evidencia hasta la fecha de que las variedades transgénicas pueden sobrevivir y prosperar sin necesidad de cuidado alguno.


La colza (Brassica napus), cultivada con profusión en Dakota del Norte y también en Minnesota, se utiliza como forraje y para la elaboración de aceite vegetal. La variedad transgénica más común confiere al vegetal una resistencia al uso de herbicidas.

Recorriendo carreteras

Durante el mes de julio, los científicos, pertenecientes a la Universidad de Arkansas, la Universidad Estatal de Dakota del Norte, la Universidad Estatal de California en Fresno y la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU, recorrieron 5.400 kilómetros de carreteras del estado de Dakota del Norte, parando cada cinco kilómetros, y recogieron muestras de 406 plantas de colza.

Los resultados se han presentado en la reunión anual de la Asociación Ecológica de América, que celebra en Pittsburgh su 95ª edición con la presencia de 3.000 personas.

 

 

El 86% de las muestras estaban contaminadas

Según los científicos, coordinados por Meredith G. Schafer (Universidad de Arkansas), de las 406 plantas recogidas, el 86% (347) dio positivo en la prueba de la proteína CP4 EPSPS (que confiere tolerancia al herbicida glifosato) y en la de la proteína PAT (que confiere tolerancia al herbicida glufosinato), dos evidencias de que se trataba de plantas modificadas.

En opinión de las asociaciones críticas con los transgénicos, el estudio demuestra lo difícil que es frenar la expansión de los cultivos. Las autoridades estadounidenses, no obstante, insisten en que este hecho no tiene por qué ser necesariamente un problema. Monsanto, fabricante de la colza, dijo obviamente que los resultados no eran ni sorprendentes ni alarmantes.

 

 

Polinización cruzada

"Se hallaron también dos plantas con genes modificados, resultados de una polinización cruzada", prosigue Cynthia Sagers, coautora del estudio y también investigadora en la Universidad de Arkansas. “Las variedades con varios rasgos transgénicos aún no se han comercializado, por lo que este descubrimiento sugiere que se están reproduciendo poblaciones asilvestradas y que se han establecido fuera de los cultivos”, añade la científica.

Como las semillas de la colza son muy livianas, se dispersan por el aire con facilidad. En algunos lugares, las plantas transgénicas estaban tan juntas como en un sembrado. Aparecieron incluso en cementerios y terrenos sin uso.

Las autoridades estadounidenses no lo prohíben

Estados Unidos no regula los cultivos modificados porque las autoridades creen que la transferencia de genes a la naturaleza no es dañina. La Unión Europea ha sido más cauta en este sentido y establece la obligatoriedad de un margen de separación entre cultivos.

 

Es la primera vez que se confirma a gran escala un caso de contaminación por transgénicos en EEUU, aunque resultados en la misma línea se habían obtenido en Canadá y Japón. Lo que sorprendió especialmente a los investigadores fue la ubicuidad de las variedades modificadas de colza: la mayor densidad se encontró cerca de los campos agrícolas, lógicamente, pero también se hallaron "en medio de la nada", insiste el estudio. Curiosamente, sondeos anteriores con maíz y soja transgénicos no obtuvieron resultados concluyentes pese a que la superficie cultivada en EEUU es muy superior a la de la colza.

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Monsanto con carta blanca en México, recibe condena en Texas por venta ilegal de algodón transgénico

Publicado en por Skiper

Fuente: http://www.servindi.org/actualidad/28872

  

Agencia Estadounidense de Protección del Medio Ambiente (EPA), informó que Monsanto, la empresa que intenta legalizar maíz transgénico en México, violó normas de bioseguridad en más de 1700 ocasiones.

La trasnacional de biotecnología establecida en Missouri, Estados Unidos, tendrá que pagar una multa de 2.5 millones de dólares por venta no autorizada de algodón transgénico. “Esta es la sanción económica más grande desde que se votó la ley de 1947 sobre insecticidas”, informó EPA. Monsanto distribuyó dos variedades de su algodón genéticamente modificado resistente a insectos -Monsanto Bollgard y Bollgard II- en dos zonas de Texas dónde la EPA había prohibido expresamente esos cultivos entre 2002 y 2007. 

 

 

Ambas semillas contienen pesticidas genéticamente modificados llamados “protectores integrados a las plantas”, incluyendo la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt).  El cultivo de algodón genéticamente modificado para poder producir su propio pesticida está prohibido en diez condados de Texas para evitar que los insectos se vuelvan resistentes, como ocurrió en China, lo que generó graves plagas para los agricultores de algodón y de otros cultivos.

Monsanto con carta blanca en México

Mientras la empresa ya fue demandada en varios países por no respetar las normas de bioseguridad o por casos de corrupción, en México Monsanto es la primera beneficiaria de los permisos de siembra experimental de maíz transgénico. La empresa representa un verdadero monopolio sobre las semillas transgénicas con más del 90 por ciento del mercado internacional.

“Es muy preocupante que una empresa tan poco confiable esté sembrando maíz transgénico ahora en nuestro país, centro de origen y diversificación de este grano” señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña Transgénicos y Agricultura Sustentable de Greenpeace.

Esta actividad se realiza “sin ningún control verdadero por parte del gobierno ya que el monitoreo se está realizando por las propias empresas basado en un claro conflicto de interés” agregó Lara.

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Juan Felipe Carrasco: "El 80% de los productos que contienen transgénicos no se etiquetan"

Publicado en por Skiper

Fuente: www.rtve.es

Autor: Esther Pérez-Amat

Nota: Recomiendo también escuchar el audio relacionado con la noticia: http://www.rtve.es/noticias/20090417/juan-felipe-carrasco-80-productos-contienen-transgenicos-no-se-etiquetan/265369.shtml

  • Entrevista a Juan Felipe Carrasco, responsable de transgénicos de Greenpeace
  • Asegura que mezclan especies que jamás se hubieran unido en la naturaleza
  • Carrasco: "Nada tiene que ver introducir un gen de cucaracha en una lechuga"
  • En 2008 se cultivaron 80.000 hectáreas de maíz modificado con genes de bacterias
  • Greenpeace denucia casos de contaminación entre cultivos trangénicos y ecológicos
  • Los productos modificados genéticamente deben estar etiquetados con las siglas OMG
  • Greenpeace certifica 30 productos como OMG, pero denuncia que el 80% no se etiquetan
  • Ante los transgénicos, aconseja informarse y optar por la alimentación ecológica

Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace.

Juan Felipe Carrasco, responsable de

la campaña de transgénicos de Greenpeace (17/04/09).

  

¿Puede una tarta de chocolate, unas galletas, una mayonesa o unos cereales infantiles tener transgénicos? ¿Es obligatoria la etiqueta que advierte su presencia? ¿Se experimenta con genes de vaca en plantas de soja o con genes de polilla en manzana?
Un Organismo Modificado Genéticamente (OMG) es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes a través de técnicas de ingeniería genética.
Juan Felipe Carrasco, ingeniero agrónomo y responsable de transgénicos de Greenpeace desde hace 10 años, nos aclara algunas dudas sobre lo qué son los cultivos transgénicos y cómo pueden afectar al medio ambiente y a las personas.

 

 

 Cada vez que oímos la palabra "trangénico" la mayoría piensa en manipulación genética, ¿Pero exactamente qué significa?
El transgénico es un organismo, una planta, en la que se han introducido genes de otra especie. Se trata de mezclar dos especies que jamás se hubieran mezclado en la naturaleza. Nada tiene que ver introducir un gen de cucaracha en una lechuga, con dos plantas que se hubieran unido de forma natural.

 

 

 Por tu experiencia, ¿detectas que la población tiene conciencia de qué son los transgénicos?
La gente está informada pero poco. El Gobierno no ha cumplido su papel de informar a la población. Las ONG's a través de nuestras campañas hemos ido consiguiendo algo, pero de ahí a crear conciencia y generar un cambio en este sentido aún queda mucho. La mayoría de la gente, a través de encuestas públicas, afirma que "no quiere transgénicos", pero no sabe cómo hacerlo.

 

 

Afirmáis en vuestra página web que ¿España es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala, unas 80.000 hectáreas de maíz modificado con genes de bacterias en el 2008?. Puedes aclararnos este dato.
Esas 80.000 hectáreas corresponde al maíz MON 810 de la
multinacional Monsanto, al que se le han introducido genes de bacterias, virus. Es una variedad que recientemente acaba de prohibir Alemania y Francia, sumándose a otros seis países europeos que también lo han vetado.

 

 

 ¿Que consecuencias tiene para la salud y el medio ambiente este tipo de cultivos?
El MON 810 se ha creado con el objetivo de hacer resistente la planta contra las plagas del taladro. Hoy en día ya se sabe que esta variedad de transgénico provoca una toxina que genera resistencias contra la plaga para la que en teoría se creó. La toxina se produce de manera descontrolada y provoca un problema de control genético al introducirlo en el maíz. Además ataca a especies que no tiene como objetivo y hace daño a los mamíferos.

 

 

¿Y en la salud humana que efectos tiene comer alimentos transgénicos?
No interesa investigar los efectos a largo plazo o las consecuencias indirectas. Además es muy difícil llegar a vincular determinados efectos, alergias o problemas de salud con estos alimentos. Algunas variedades de transgénicos ya se han demostrado que afectan a ratones de laboratorio, a la reproducción o al riñón. La patata transgénica, que la UE pretende introducir, puede hacer perder la eficacia de los antibióticos en la salud humana.

 

 

Durante dos semanas habéis realizado un tour informativo visitando con agricultores campos contaminados, ¿a qué problema se enfrentan?
El polen del maíz no tiene fronteras y cumple su función en la naturaleza contaminando otras plantas a decenas de kilómetros alrededor.
Los agricultores que no cultivan transgénico se están encontrando que sus cosechas están parcialmente contaminadas. En los últimos 8 años podemos demostrar hasta
12 casos de agricultores que han visto como sus producciones han sido desechadas por contaminación parcial, con las graves consecuencias económicas que supone.

 

 

¿Cómo podemos saber si los alimentos que comemos tienen transgénicos?
El 80% de los
productos que contienen transgénicos no se etiquetan. Los productos que proceden de cultivos transgénicos deben llevar la etiqueta de Organismo Modificado Genéticamente, las siglas OMG.

Pero la ley de etiquetado española no protege al consumidor, no se puede etiquetar correctamente porque no existe un control real del campo al plato. En el casos de productos que se hacen con derivados animales de leche, carne y huevo, casi nunca se puede etiquetar correctamente, por que ni siquiera se sabe si esos animales han sido alimentados con transgénicos. Greenpeace tiene identificados 30 productos entre todos los alimentos que si están etiquetados
.



Ante este panorama, ¿qué opción le queda al consumidor que quiere asegurase que no come transgénicos?
Desde el punto de vista de la elección del consumidor la única opción que queda es comer ecológico. España es el segundo productor europeo de agricultura ecológica, pero el último consumidor. No es fácil comer ecológico, exige un esfuerzo por parte del consumidor que tiene que entender de qué va esto de la alimentación, informarse, buscra, apuntarse a
cooperativas de consumidores productores y optar por un estilo de vida más sostenible.  

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Un experto asegura que cerca de la mitad de la población mundial sufrirá alergias por alimentos transgénicos

Publicado en por Skiper

Fuente: http://www.servindi.org/actualidad/28357

 

Entre el 40 y el 50 por ciento de la población mundial sufrirá algún tipo de alergia a mediados de este siglo como consecuencia de alto consumo de alimentos transgénicos, informó Pedro Guardia, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla en España.

 

Explicó que esta situación es producto del uso cada vez más extendido no solo de alimentos transgénicos sino también de las frutas y verduras que usaron productos químicos potenciadores en su madurez, el uso de antibióticos en animales y la propia contaminación ambiental de las ciudades. Pedro Guardia sostiene su posición en que el 15 por ciento de todas las consultas al alergólogo en menores de edad “lo son ya por alergias a los alimentos”.

Además, se registró en el período de 1995 a 2005 que las consultas por alergias a alimentos, como frutas, verduras o productos que contienen lactosa, huevo o maíz, se duplicaron.

 

Señaló que cuando hacen madurar de manera artificial estos alimentos ocasionan “una reacción inmunológica de respuesta, generando unas proteínas de defensa que a la postre son las que el ser humano reconoce como un alérgeno (sustancia extraña al organismo)”.

De igual forma, aludió a las reacciones a la lactosa de la leche como consecuencia “del paso a la leche de la propia vaca de los antibióticos que el propio ser humano le suministra al animal para que no contraiga infecciones de diversa índole”.

Asimismo, sobre los alimentos producidos a partir de un organismo modificado genéticamente, Guardia se mostró a favor del etiquetado donde se “recoja de forma clara y detallada su composición”.

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Transgénicos y crimen organizado

Publicado en por Skiper

Autor: Silvia Ribeiro / La Jornada   (Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC)

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/07/03/index.php?section=opinion&article=025a1eco

 

Todas las semillas transgénicas en el mundo son controladas por seis empresas: Monsanto, Syngenta, DuPont, Dow, Bayer y Basf. Son todas transnacionales químicas que se apropiaron de las compañías de granos para controlar el mercado agrícola, vendiendo semillas casadas con los agrotóxicos que ellas producen (herbicidas, insecticidas, etcétera).

Todas –además de Monsanto que se ha hecho famosa como villano global– tienen un historial criminal que incluye, entre otros crímenes, graves desastres ambientales y contra la vida humana. Todas, una vez al descubierto, intentaron evadir sus culpas, tratando de deformar la realidad con mentiras y/o corrupción. El hecho de que todos los transgénicos estén patentados y que la contaminación sea un delito para las víctimas, significa que cualquier país que autoriza los transgénicos entrega su soberanía, de manos atadas, a los designios de unas cuantas trasnacionales que deciden según su afán de lucro. Además, tratándose de estas empresas, autorizar la siembra de transgénicos es entregar las semillas, los campesinos y la soberanía alimentaria a un puñado de criminales en gran escala. Crimen organizado, legal.

 

Recientemente un tribunal de la India se pronunció, luego de casi 20 años de demandas de los afectados, sobre un caso que atañe a una de ellas: Dow. Se trata de unos de los peores accidentes industriales de la historia: una enorme fuga accidental de gas tóxico de la fábrica de agroquímicos Union Carbide, en Bhopal, India, en 1984. Organizaciones de sobrevivientes (www.bhopal.net) estiman que han muerto más de 22 mil personas y 500 mil tienen secuelas permanentes. 50 mil están tan enfermas que no pueden trabajar para mantenerse a sí mismas. Estudios recientes confirman que los hijos de los afectados por el gas también sufren daños. El porcentaje de defectos de nacimiento en Bhopal es 10 veces superior al resto del país, la frecuencia de cáncer es mucho más alta que el promedio. El agua de más de 30 mil habitantes de Bhopal sigue contaminada por la fuga. Las víctimas y familiares han luchado duramente, por décadas, para que se atienda y paguen los gastos médicos de los afectados, se limpie el lugar y se juzgue a los responsables.

 

Dow compró la transnacional Union Carbide en el año 2001. Fue una jugosa expansión de su lucrativo negocio de vender tóxicos, y una forma de seguir las operaciones, zafándose de la mala reputación del accidente. Según el contrato de compra, Dow se haría cargo de todas las responsabilidades de Union Carbide. Dow reservó 2 mil 200 millones de dólares para potenciales demandas relacionadas a asbestos (amianto) en Estados Unidos, pero nada para atender las indemnizaciones pendientes en la India, mostrando que para ellos la vida de la gente en los países de Sur no vale nada. Nunca se presentó a tribunales en la India. Por el contrario, asumió una actitud agresiva contra las víctimas, demandando legalmente por miles de dólares a los que se manifestaron frente a la empresa sobre el desastre de Bhopal.

 

El 8 de junio 2010, un tribunal falló contra ocho ejecutivos de Union Carbide. La sentencia por haber provocado la muerte de 22 mil personas es de un cinismo feroz: dos años de cárcel y cerca de 2 mil dólares de multa para cada uno, pese a que ninguno de los seis sistemas de seguridad de la fábrica funcionaba en 1984, solamente para ahorrar costos a la empresa. Warren Anderson, presidente de Union Carbide en el momento de la explosión y principal responsable, huyó a Estados Unidos, donde sigue viviendo en el lujo, defendido de los pedidos de extradición por los abogados de Dow.

 

Lejos de ser un caso aislado, de otra empresa, Dow tenía ya historia con genocidios. Fabricó el napalm que se usó en Vietnam y comparte con Monsanto haber producido el Agente Naranja, tóxico que también se usó en Vietnam y que hasta el día de hoy sigue produciendo deformaciones en los nietos de las víctimas. También en ese caso, Dow y Monsanto trataron de evadir cualquier compensación, pagando finalmente minucias. Más cercano, Dow está en juicio por la venta y promoción –a sabiendas de sus graves consecuencias– del agrotóxico nemagón (DBCP) en varios países latinoamericanos, que ha provocado esterilidad en trabajadores de las plantaciones bananeras y deformaciones congénitas en sus hijos (ver la página electrónica www.elparquedelashamacas.org ).

 

Estos horrores no son una excepción, sino moneda corriente de las empresas de transgénicos, que en forma sistemática desprecian la vida humana, la naturaleza y el ambiente, para aumentar sus lucros. Recordemos, por ejemplo, que Syngenta plantó ilegalmente cultivos de maíz transgénico en áreas naturales protegidas en Brasil, y luego, frente a la ocupación de protesta que realizó el Movimiento de los Sin Tierra, contrató una milicia armada que disparó a mansalva, asesinando a Keno, del MST. Monsanto intenta ahora mismo aprovechar la tragedia que provocó el terremoto en Haití para imponer allí la contaminación y dependencia a sus semillas modificadas. DuPont continuó vendiendo agrotóxicos restringidos en Estados Unidos –como el Lannate (methomyl)– en Ecuador, Costa Rica, Guatemala, donde provocó el envenenamiento de miles de campesinos. Basf y Bayer están acusadas de casos similares.

¿Se podrá creer a estas empresas que los transgénicos no tienen impactos al ambiente y la salud y que si hubiera contaminación transgénica del maíz en su centro de origen, ellos lo vigilarán y controlarán?

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