Teatristas Israelies se niegan a actuar en los territorios ocupados
Fuente: www.tercerainformacion.es
Uno de los comentarios más escuchados y utilizados por el estado de Israel y sus diferentes y variados defensores es la de ver antisemitismo en todas aquellas personas que critican o se enfrentan a sus políticas. En el caso de los actores y artistas israelíes que se han negado a hacer su trabajo en los “territorios ocupados”, cuanto menos, parece quedar invalidado ese soniquete.
Todo empezó cuando para el estreno de un centro cultural ubicado en Ariel (la colonia de mayor población de Cisjordania) varios actores, directores y demás artistas, cerca de 60, escribieron una carta en la que expresaban su negativa a actuar fuera del territorio israelí.
“Hemos firmado un contrato que nos obliga a actuar en Israel. La colonia de Ariel no es parte del estado de Israel. Rechazamos actuar en la colonias y le pedimos a nuestros dirigentes que limiten sus actividades al interior de la línea verde y las fronteras de 1967”. De esta manera es expresaban los firmantes del manifiesto entre los que se encuentran reputadas figuras teatrales como Yossi Pollak, Yusef Sweid, Anat Gov o Savyon Liebrecht, que pertenecen a las principales compañías, como Beit Lessin, Gesher, Cameri, los Teatros de Beer Sheva y Haifa o el Jan de Jerusalén.
Como era de esperar los colonos residentes en dicha zona han expresado su malestar, el propio alcalde ha mostrado su sorpresa por el hecho de mezclar la política y la cultura. Más contundente ha sido el ministro de finanzas al pedir el despido de los actores que se nieguen a actuar en Ariel. Por otro lado, la ministra de cultura entendía que estas actuaciones “siembran el odio”.
Mientras sucede todo esto y dentro del ambiente que crean palabras coma las del Primer Ministro, “El Estado de Israel está siendo objeto de una campaña de deslegitimación en el ámbito internacional, incluyendo aquellos que lanzan boicots académicos y económicos. Lo último que necesitamos es que también se lancen boicots internos”, el Parlamento ya ha puesto en marcha un debate sobre la iniciativa que impondrá diferentes multas y sanciones para evitar los “boicots”. Los extranjeros que participen en dichos actos se les denegará la entrada a Israel por un tiempo de 10 años y para los residentes en el país, y en sus territorios ocupados, a la multa de 10.000 dólares se le sumará la negativa a poder trabajar.