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Los 4 signos proféticos de "lobo acechante"

Publicado en por Skiper

Traducción: Skiper

 

En los años 20, un hombre sabio Apache tuvo la visión de cuatro profecías que previeron la muerte y la destrucción de la actual humanidad, a menos que incorporásemos espiritualidad en nuestras vidas diarias.

Cierto número de gente puede predecir el futuro, pero poca consigue la sincronización correcta. "Lobo acechante" conocido entre su gente como "el abuelo" era un hombre sabio Apache, miembro de los Scauts, que fue educado al margen de la influencia externa del hombre blanco. Sus muchas profecías resultaron ser no solamente verdad y de la manera que él dijo, sino que también ocurrieron cuando él las predijo.

Tom Brown, Jr conoció a "lobo acechante" cuando ya era un anciano, y era el mejor amigo del abuelo de Tom.

Brown escribió varios libros basados en el conocimiento y las visiones que recopiló de "lobo acechante", pero él le dijo respecto al futuro que no había un solo futuro, sino más de un futuro posible. El momento presente "el ahora" es como la palma de una mano, cada dedo representa el futuro posible y, como siempre, uno de los futuros es siempre el de más gran alcance, siendo esa la manera en que los acontecimientos seguramente nos irían llegando. Así sus predicciones eran sobre el futuro posible, lo que significa que él dejó siempre una opción a escoger.

"Si un hombre puede escoger las mejores opciones entonces puede alterar perceptiblemente el curso del futuro posible. Ningún hombre solo, por ello, debe sentirse insignificante, porque tan solo un hombre es suficiente para alterar la conciencia de la humanidad entera a través del Espíritu que mueve todas las cosas. Esencialmente, un pensamiento influencia a otro, después a otro más, hasta que el pensamiento se hace manifiesto a través de toda la Creación. Es el mismo pensamiento, la misma fuerza, que hace que una multitud entera de pájaros cambie el curso de su vuelo colectivo, pues la multitud entonces tiene una sola mente."  le dijo "lobo acechante" a Tom.

Esta es una versión resumida de las 4 visiones que tuvo "lobo acechante" respecto al futuro de la humanidad y como puede cambiarse o seguir su actual curso.

 

La primera visión o el primer signo:

"Vendrán hambrunas antes y  después de la producida en el continente de la gente de piel negra, pero ninguna de ellas llamará tanto la atención del mundo como el impacto causada por esta última. Los hijos de la Tierra aprenderán las lecciones que encierran todo este dolor y esta muerte, pero el mundo considerará esto solamente como una sequía y un periodo de hambre, culpando a la Naturaleza por ello en vez de a sí mismos. Es durante los años de esa hambruna, el primer signo, que la humanidad se verá atormentada por una nueva enfermedad que barrerá la tierra y aterrorizará las masas, pues no habrá ninguna cura ni tratamiento para ella.

Se produciran guerras en muchos lugares distantes y las naciones se revelarán contra esas guerras, se revelarán contra esa nueva enfermedad mortal. Pero las naciones lucharán de manera incorrecta, atacando los efectos externos más que las causas. Nunca ganarán estas guerras hasta que las naciones, hasta que la sociedad, cambien sus valores. Será en ese momento, durante el transcurso de los años en que se manifieste el primer signo, que el hombre podrá cambiar el curso del futuro probable si lo desea. Será entonces cuando podrá comprender las mayores lecciones que impartirán el hambre y la enfermedad. Será entonces cuando todavía quede esperanza. Pero una vez que aparezca el segundo signo de la destrucción, la Tierra no podrá ser ya salvada en el plano físico. Solamente la curación espiritual podrá entonces cambiar el curso de los futuros probables de la humanidad."

 

 "Lobo acechante" conocido entre su gente como "el abuelo".

 

La segunda visión o segundo signo:

"En su visión el cielo pareció resquebrajarse y enormes agujeros comenzaron a aparecer. El cielo se desgarró con un ruido estruendoso y ensordecedor y la misma Tierra, las rocas y el suelo temblaron. La piel del cielo parecía estar rasgada por heridas abiertas, y a través de estas heridas rezumaba un líquido que parecía el pus de una infección, flotaba un gran mar de basura, de petróleo y de peces muertos. Fue a través de una de estas heridas que el abuelo vio cuerpos de delfines flotando muertos, acompañados por enormes temblores de tierra y de violentas tormentas. Mientras el se sujetaba rápidamente en la Tierra temblorosa, sus mirada descendió del cielo, y de repente, todo en derredor era un verdadero caos.

Algunos montones de basura alcanzaban el cielo, muchos bosques a lo largo de la tierra en diversos lugares lejanos estaban abatidos por el suelo y morían, las costas estaban inundadas y las tormentas se volvían cada vez más violentas y más ensordecedoras. Cada vez la Tierra se sacudía con mayor intensidad, amenazando romperse en dos y tragarse al Abuelo. La tierra paró repentinamente de temblar y el cielo se despejó. Del aire polvoriento emergió el espíritu del guerrero, que se detuvo a corta distancia del Abuelo. Cuando el Abuelo miró el rostro del espíritu, pudo ver que grandes lagrimas fluían de sus ojos, y que cada lágrima que caía en la Tierra levantaba un sonido como si se chamuscase.
 
El espíritu le hablo y dijo: "Ese será el segundo signo de la destrucción de la humanidad. Los agujeros en el cielo y todo lo que has podido ver podría convertirse en una realidad para el hombre. Es a partir de aquí, desde el principio de este segundo signo, que el hombre le será muy dificil salvar a la Tierra con solo una acción física. Es a partir de aquí que el hombre debe tener en cuenta esta advertencia y esforzarse aún más para cambiar el futuro cercano. El hombre no debe trabajar solamente en el plano físico, sino que debe también trabajar espiritualmente para encontrarse a si mismo y ayudar a otros, solo de esta forma podrá salvar la tierra y a sí mismo. Estos agujeros son una consecuencia directa de la vida del hombre, de sus viajes, y de los pecados de sus abuelos y abuelas. Estos agujeros, son el segundo signo, anunciarán la muerte de sus hijos y serán la herencia del hombre por haber vivido lejos de la Naturaleza. En el momento en que aparezcan estos agujeros será la época en que habrá una gran transición en la forma de pensar de la humanidad. Se le dará la posibilidad de elegir continuar siguiendo en la trayectoria de la destrucción, o elegir volver nuevamente a la filosofía de la tierra y a una existencia más simple. Es en este momento en que la decisión debe ser tomada, o el futuro de la tierra será oscuro y triste."

 

 

La tercera visión o el tercer signo:

Mientras miraba hacia fuera el paisaje bajo la puesta de sol, el cielo se licuó repentinamente y se volvió de un color rojo sangre. El cielo entero era de color rojo intenso, sin variación alguna, sin sombras, sin relieves, sin resplandores. El conjunto de la Creación parecía haberse congelado, como a la espera de recibir una orden invisible. El tiempo, el espacio y el destino parecían zozobrar en la nada, inmóvil en el sangrante cielo rojo. El Abuelo miró fijamente el cielo durante un largo rato, en un estado de temor y de terror, porque el color sangre del cielo no se parecía en nada a lo que él había visto en infinidad de puestas y salidas de sol. Ese color era un color humano, no el de la naturaleza, y desprendía un hedor y una textura asquerosas. Parecía quemar la Tierra dondequiera que a ésta tocara. A medida que la puesta del sol derivaba en noche, las estrellas empezaron a brillar con rojo resplandor, sin que ese color abandonase nunca el cielo, y por todas partes se oían gritos de miedo y de sufrimiento.

 

 El espíritu le hablo y dijo: "Esto es, pues, el tercer signo, la noche de las estrellas sangrantes. Será reconocido en todo el mundo porque el cielo, en todos los rincones de la tierra, se teñirá de rojo con la sangre del cielo, tanto de día como de noche. Será entonces, con este tercer signo del futuro probable, que quedarán ya pocas esperanzas. La vida en la Tierra, tal como el hombre la conoce, acabará. Será entonces, si las cosas no cambian durante el periodo tras el segundo signo, cuando el hombre tendrá la certeza de que la destrucción casi en su totalidad de la tierra es inminente. Será entonces cuando los niños de la Tierra deben refugiarse hacia los lugares salvajes y ocultarse. Porque después de que el cielo sangre fuego, en ninguna parte en el mundo de los hombres se estará a salvo. A partir de ese momento, cuando las estrellas sangren, y hasta que se manifieste el cuarto y último signo, transcurrirán cuatro estaciones de paz (es decir, un año). Es durante estas cuatro estaciones que los niños de la Tierra, mujeres y hombres puros que estan en armonia con la naturaleza deben de vivir en lo profundo de lugares salvajes y encontrar un nuevo hogar, cerca de la Tierra y del Creador. Solamente los niños y algunos hombres y mujeres de buen corazon esparcidos por la faz de la Tierra sobrevivirán, debiendo vivir según la filosofía de la Tierra, sin volver nunca hacia la forma de pensar del hombre. Y sobrevivir no será suficiente, pues deberán también vivir cerca del Espíritu. Por tanto, díganles sin vacilar a los niños,mujeres y hombres puros de corazón y espíritu de la tierra que si se manifiesta este tercer signo en las estrellas, y desde ese mismo instante, solamente quedarán cuatro estaciones (cuatro años) para poder esconderse."

 

 

 

La cuarta visión o el cuarto signo:

 "El cuarto y último signo aparecerá durante el transcurso de los diez inviernos próximos (es decir, diez años) siguientes a la noche en que las estrellas sangrarán. Durante este tiempo, la Tierra se salvará y las obras del hombre y los malos seres humanos moriran. Durante esos diez años, los niños, mujeres y hombres puros de la Tierra deben permanecer ocultos en los lugares salvajes, no construir ningún asentamiento permanente, y vagar para evitar el contacto con las últimas fuerzas restantes del hombre antiguo que erró su camino con la naturaleza. Deberán seguir ocultándose, como los antiguos Scouts, y luchar contra el deseo de ir a ver la destrucción del hombre. La curiosidad podría matar a muchos de ellos.

 

Habrá una gran hambruna en el mundo entero, una hambruna como el hombre no puede llegar a imaginarse. Las aguas estarán infectadas y los venenos, fruto de los pecados del hombre, contaminarán muchas aguas de los suelos, de los lagos y de los ríos. Muchos cultivos fallarán, muchos animales del hombre morirán, y la enfermedad y el hambre mataran a las masas hambrientas. Los hombres se alimentarán de los restos de los muertos, y todo en derredor no será otra cosa mas que gritos de dolor y de angustia.

Bandas deambulantes de hombres cazarán y matarán a otros hombres como alimento, y el agua será siempre escasa, siendo aún más escasa año tras año. La tierra, el agua, el cielo, todo estará envenenado, y el hombre vivirá bajo la cólera del Creador. Al principio el hombre se ocultará dentro de las ciudades, pero allí morirá pronto y tendrá una muerte segura. Algunos escaparán al desierto, pero el desierto destruirá a casi todos, pues hará demasiado tiempo que se les dio una oportunidad de cambiar y la mayoría vivieron alejados de la naturaleza. El hombre será destruido en su extensa mayoría, sus ciudades quedarán en ruinas, y será entonces cuando los nietos pagarán los pecados de sus abuelos y abuelas.

Habrá esperanza de cambiar el futuro solamente durante los periodos del primer y segundo signo. Tras el tercer signo, la noche ensangrentada, no habrá ya más esperanzas de cambiarlo, pues solamente los niños, mujeres y hombres de espíritu y corazón puros de la Tierra sobrevivirán a la destrucción que engedraran los antiguos hombres. Le serán dadas al hombre estas advertencias; si no son tenidas en cuenta, no habrá machar atras, pues solamente los niños de la Tierra y aquellos que tengan el corazón puro podrán purgar los cánceres de la humanidad, del pensamiento destructivo de la humanidad. Serán los niños de la tierra, y los hombres y mujeres puros los que traerán una nueva esperanza a la nueva sociedad, viviendo más cerca de la Tierra y del espíritu."

 

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