La petición ha sido hecha por la organización Rabinos por los Derechos Humanos y está formada por religiosos de Israel, Canadá, el Reino Unido y Estados Unidos. Acusan que la práctica de derribar las casas de los palestinos es contraria a las normas internacionales y las tradiciones judías.
"Miles de personas han tenido que construir casas sin permisos, mientras que la demolición de centenas de viviendas cada año tan solo en el Área C causa enorme sufrimiento humano. Las leyes de planificación y zonificación israelíes limitan estrictamente la capacidad de los palestinos de construir casas, incluso en las tierras que el Estado reconoce palestinas".
A finales de Enero de este año Naciones Unidas condenó la demolición ilegal de viviendas de palestinos realizada por Israel en Jerusalén Oriental y Cisjordania y que dejó sin hogar a 77 personas, en su mayoría niños.