Paul Krugman acusa al calentamiento global de las revueltas del mundo árabe

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El argumento enlaza las revueltas con el precio de los alimentos y éstos con el calentamiento global. Simple, pero falso.

El Premio Nobel de Economía y gurú del presidente del Gobierno Paul Krugman ha publicado este domingo una columna en el New York Times en la que echa la culpa al calentamiento global de las revueltas en el norte de África. El economista afirma que los altos precios de los alimentos han sido una causa importante del descontento de la población en el mundo árabe. Para probarlo, enlaza a un blog calentólogo en el que también se menciona el precio del combustible, factor sobre el que Krugman no entra, no sea que le fastidie el análisis.

Luego procede a descartar toda posible causa del aumento de los precios que no sean eventos meteorológicos extremos, los cuales -afirma- son más comunes por el calentamiento global. También reduce la importancia de los subsidios de los países desarrollados al etanol -que provoca que muchos cultivos se dediquen a fabricar combustible aumentando el precio-, la mayor demanda de grano en China y el aumento general de los precios de las materias primas. Incluso reconoce que el año pasado sufrimos el fenómeno climático conocido como La Niña, que normalmente está asociado a crisis alimentarias globales. Pero nada de eso tiene importancia al lado del calentamiento global.

Sin embargo, en cuanto se mira el precio de los alimentos en el largo plazo, todo su razonamiento se hace trizas:

Como se ve, los precios, con los dientes de sierra habituales en este tipo de gráficas, ha estado bajando constantemente, al margen de la temperatura global. La gráfica, perteneciente a un estudio de Daniel Sumner, de la Universidad de California-Davis, publicado en 2009. Desde la publicación del mismo, los precios volvieron a bajar en 2009 para subir de nuevo a niveles similares al pico de 2008. ¿Alguna correlación con la temperatura global? Ninguna.

Ahora, si Krugman está realmente convencido de que el calentamiento global produce democracia, quizá debería pedir que quememos más combustibles fósiles para que haya más revueltas. Sería lo coherente, ¿no?