Es oficial: el actual mínimo solar es el Mínimo de Eddy

Fuente: http://www.mitosyfraudes.org/calen14/minimo_solar_eddy.html

A este reconocimiento de una premisa básica de la climatología se le une el reconocimiento de la comunidad mundial de astrofísicos que han bautizado al actual mínimo solar como el Mínimo de Eddy.

John Eddy fue un astrónomo norteamericano fallecido el 10 de junio de 2009, que en 1976 publicó un estudio seminal en la revista Science titulado “El Mínimo Maunder”, donde usó los trabajos hechos en el siglo 19 por los astrónomos Edward W. Maunder y Gustav Spörer para identificar al período de 70 años desde 1645 a 1715 como un período cuando la actividad solar se detuvo casi por completo.

Además usó interpretó datos de una amplia variedad de fuentes incluyendo relatos de primera mano de observaciones históricas del sol que se remontan a las observaciones de Galileo Galieli; de informes históricos de auroras boreales, antiguas observaciones en China, y mediciones del carbono 14 en anillos de árboles que le permitieron descubrir evidencia de otros períodos similares de quietud solar en el pasado, sobre todo un ciclo de 90 años desde 1460 a 1550 que bautizó como el Mínimo Spörer (o Spoerer).

Tanto el mínimo Spörer como el Maunder ocurrieron durante la parte más fría de la Pequeña Edad de Hielo que convenció a Eddy de que existe una evidente conexión entre el sol y las temperaturas de superficie de la Tierra.

En su blog Mudanças Climáticas, sobre la actividad solar, el astrónomo brasileño que publica bajo el pseudónimo Sand Rio, dice:

La comunidad astrofísica optó por bautizar al actual período de baja actividad del sol como Mínimo de Eddy. John A. Eddy fue un astrónomo norteamericano que compiló la información que demuestra los períodos de baja actividad solar anteriores al Mínimo Dalton.

En el último milenio ocurrieron 5 mínimos solares: los de Oort, Wolf, Spörer, Maunder y Dalton. Por lo menos los últimos cuatro fueron todos asociados con climas de frío extremo. Ahora tenemos al nuevo Mínimo Eddy.

Estoy muy feliz porque hace dos años que estoy haciendo fuerza para eso, pero sería mucho más feliz si el mínimo hubiese sido bautizado Niroma, por Timo Niroma, el astrónomo finlandés fallecido en 2009, porque hace más de 15 años que había predicho que el Ciclo 24 sería el primero de 3 ciclos de bajísima intensidad.

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Otro problema es el modelo para contar a los mínimos y máximos solares ligados con las SSN (Solar Sunspot Number o número de manchas solares).

[…]

En estos momentos tenemos muchas manchas, todas muy pequeñas, sin fuerza magnética pero con una cuenta elevada de las SSN el número es muy alto pero, si comparamos las áreas de manchas solares podemos ver que todas las manchas actuales son gatitos y no tigres!, El área total de todas las manchas actuales es muy inferior al área de una sola mancha del ciclo 23. Tempestades solares del Ciclo 23

También yo estaría más feliz si al actual gran mínimo solar hubiese sido bautizado con el nombre de cualquiera de los dos grandes astrofísicos Timo Niroma o Theodore Landscheidt, que estudiaron durante décadas la actividad del sol y predijeron con mucha precisión la ocurrencia del actual profundo mínimo para 2013-2014, como se puede comprobar en los varios artículos que ambos nos enviaron especialmente para publicar en este sitio.

Ambos fueron buenos amigos y su fallecimiento en octubre y mayo de 2010 nos dejó con una gran sensación de vacío.

Los trabajos de Timo Niroma sobre los Ciclos Jovianos, o la influencia que ejerce el planeta Júpiter sobre la actividad magnética del sol son de una importancia fundamental para la climatología. De sus análisis de la actividad solar, a través de los “números de Wolf”, Timo me envió un borrador hecho a mano al que tuve que darle un aspecto visual más claro y visualmente atractivo, y cuyas predicciones se han cumplido, hasta la fecha de hoy, en un 100%.

Timo dividió en dos al período que va desde 1600 hasta 2041 y los comparó, uno arriba y otro abajo como se ve en el gráfico, y encontró que la repetición de los ciclos y sus magnitudes eran impactantes. Su predicción fue que para el año 2031 se llegaría a un mínimo solar de una profundidad comparable a la del Gran Mínimo Maunder.

Decía Timo Niroma en su gran sitio web:

ALERTA: UN PROBABLE NUEVO SUPERMÍNIMO SOLAR

Timo Niroma

Alerta original el 31 de octubre, 2007

Última actualización, Junio 23, 2009

De acuerdo con mi teoría sobre el efecto Júpiter sobre las manchas solares en base a datos medidos desde 1700 y estimados desde 1500 (Schove):

El perihelio de Júpiter y el mínimo de manchas solares nunca coincidieron y al aproximarse al perihelio en 2011 se va a desacelerar el aumento de altura del ciclo de manchas solares, como está ocurriendo actualmente en el Ciclo 24.

En verdad, esta baja nunca fue como en el Mínimo Maunder. Por eso, los ciclos solares cortos del siglo 20 crearon una duda que tiene que ser pagada. Esto significa para el futuro ciclos menores y, si el pasado es un buen indicador, tiempos más fríos para la Tierra.

La última mancha solar decente del ciclo 23 apareció en julio de 2008. De agosto a septiembre de 2008 el sol fue hibernado. En octubre y noviembre, el ciclo 24 mostró sus primeros puntos decentes. En diciembre 2008 el sol volvió a hibernarse si contamos las manchas solares. Mientras tanto, al mismo tiempo comenzó un aumento del flujo solar corregido (a una distancia 1-AU) desde diciembre de 2008.

Timo Niroma

El lento ascenso del ciclo 24 puede deberse a la teoría de Livingston-Penn con el fenómeno del magnetismo desde por lo menos 1990, que puede atrasar o ser el interruptor del ciclo continuo. Parece que el período desde enero a abril de 2009 será preparatorio del ciclo 24.

Nosotros simplemente no estamos acostumbrados a ver un período de calma durante el siglo 20. Este mínimo prolongado y el atraso del ciclo 24 significa que el ciclo 24 a ser muy bajo, y parece ser posible un nuevo mínimo Maunder.

El punto es que un largo del ciclo solar que sobrepase los 12 años siempre llevó a un gran mínimo prolongado (1798, Mínimo Dalton; 1865, Mínimo Damon). No se sabe exactamente cuánto tiempo duraron los ciclos antes del mínimo de Maunder, pero parece no haber existido un mínimo en 1620. Esto lleva a 25 años para los dos ciclos de 1620 a 1645, poco antes del Maunder.

Esto significa un enfriamiento a lo largo de décadas, de por lo menos 30 años, pero no podemos tener la certeza de que estamos en curso a una nueva LIA (Pequeña Edad de Hielo). Es probable un mínimo como el de Dalton, pero no se puede tener la certeza, aunque hay muchas indicaciones de que el campo magnético solar está pasando por una zambullida profunda.

Todo lo que los astrónomos y astrofísicos John Eddy, Theodore Landscheidt, Timo Niroma, Rhodes Fairbridge y Paul Jose postularon sobre la actividad magnética del sol, afectada por la influencia de la posición relativa de las masas planetarias del sistema solar, se ven reflejadas en el actual comportamiento del sol.

Lo más importante es que la influyente MET Office de Gran Bretaña ha reconocido de manera oficial –aunque indirectamente- que es el Sol el principal controlador del clima de la Tierra, y que el efecto del CO2 como gas de invernadero y calentador de la atmósfera tiene un papel muy secundario.

Es de esperar que los políticos tomen cuenta de todo esto y comiencen a dejar de lado su histeria, falsamente inducida por una teoría equivocada, y reconsideren su intención de querer reducir un gas que tiene una importancia tan secundaria sobre el clima pero de una importancia vital para la vida vegetal y el resto de los seres vivientes de la Tierra.

Desgraciadamente hay pocas probabilidades de que eso suceda. No hay placer en decir: “¡Yo se lo dije!” Pera peor aún, no habrá rendición de cuentas por parte de quienes perpetraron el fraude y lo siguen haciendo porque es un enorme, monumental negocio para ellos, pero ya hay un masivo costo impuesto sobre la gente y que seguirá aumentando. Y seguirá aumentando porque el mundo ha sido ya convencido de que el CO2 es el problema.

La mayoría de la gente no comprende ni sabe lo suficiente para hacer la conexión entre la flasa ciencia y la demonización del CO2. Es precisamente la falta de comprensión y conectividad lo que ha sido explotado exitosamente por el IPCC y sus cómplices.