Cuatro cisnes negros que podrían poner fin al rally alcista en Wall Street
Fuente: http://www.eleconomista.es/economia/noticias/4561481/01/13/Cuatro-cisnes-negros-que-podrian-poner-fin-al-rally-alcista-en-Wall-Street.html
Parece que hasta la fecha el optimismo que reina en la renta variable de EEUU tiene una base justificada. Los resultados empresariales están siendo buenos, la Reserva Federal continúa con su política acomodaticia y la renta fija, en especial los bonos del Tesoro, han dejado ya de ofrecer los beneficios de antaño.
Sin embargo, hay quien todavía teme que la escalada a los máximos históricos a este lado del Atlántico se vea truncada de forma permanente. De hecho, son varios los cisnes negros (concepto ideado por Nassim Taleb) que en estos momentos podrían poner fin al que promete ser un año bursátil que imitará los periodos de bonanza de antaño. Un cisne negro es un evento no esperados, fruto de la incertidumbre y que pillaría por sorpresa a los inversores de EEUU.
1. Irán profundiza su programa de enriquecimiento nuclear y EEUU responde con un ataque
La cuestión de las ambiciones nucleares de Irán ha estado en las noticias durante tanto tiempo, que los inversores parecen haberse olvidado del problema. A pesar de las sanciones lideradas por Estados Unidos ha habido poco movimiento por parte del gobierno iraní para encontrar un compromiso para salvar las apariencias.
Irán votará para elegir un nuevo presidente este verano, tras el periplo político de Mahmoud Ahmadinejad, que vence en agosto. Si su sucesor es una elección a dedo del ayatolá Jamenei, entonces los estrategas globales podrían concluir que Irán pretende mantener o profundizar su postura de línea dura en lo que al desarrollo nuclear se refiere.
Esto podría activar de nuevo la tensión militar entre Irán y Occidente con la posibilidad de un cierre del Estrecho de Ormuz, que es el único pasaje mar abierto desde el Golfo Pérsico hasta el océano. En tal escenario, los precios del petróleo se dispararían, asestando un golpe importante a la economía global y al mercado de valores.
2. La Reserva Federal cambia de estrategia
Ben Bernanke ha tratado de calmar a los mercados en varias ocasiones destacando que la Fed no comenzará a subir las tipos hasta que la economía de EEUU muestre un mayor dinamismo. Aunque no es probable que el banco central de EEUU comience a subir las tipos en 2013, las declaraciones oficiales dadas a conocer después de las reuniones de la Fed podría comenzar a cambiar de tono.
El lenguaje actual de estimulo monetario perpetuo podría ser reemplazado por un lenguaje que sentaría la base por un endurecimiento monetario. Una vez que los inversores comiencen a ver un cambio de dirección podrían perder su apetito por la renta variable.
Además de este escenario de apriete, siempre existe la posibilidad de que la política existente de la Fed comience a perder su eficacia.
3. La falta de acción sobre el déficit conduce a una nueva rebaja de la deuda de EEUU
La bomba de relojería ha sido desconectada por el momento tras la decisión de los republicanos del Congreso para congelar el techo de la deuda hasta primavera. La decisión de posponer un enfrentamiento con el pretexto de comprar tiempo para llegar a un acuerdo bipartidista para reducir el déficit público es peligrosa.
Ambos partidos permanecen enfrentados y es posible que el recorte automático de gastos por valor de 1,2 billones de dólares entre en acción el próximo 1 de marzo, algo que podría reducir el crecimiento en 7 décimas del PIB. La situación aumentaría la incertidumbre y la confianza, haciendo mella en la renta variable.
4. China empieza a deshacerse de los bonos del Tesoro de EEUU
La fuerte tenencia de bonos del Tesoro de EEUU por parte de China ha sido muy positivo para la economía estadounidense, ayudando a mantener las tasas de interés estables y permitiendo mantener la emisión de más deuda sin ningún tipo de consecuencias reales.
Sin embargo, el nuevo liderazgo de China ha dado señales claras de cambio en su política económica para orientarse a un consumo interno. Si esto fuera así en la realidad, el hecho de intentar estimular la demanda interna se traduciría en un menor interés en aplicar una política monetaria barata.
China también tiene la atención puesta en el desastre presupuestario de EEUU, y con el tiempo puede ejercitar su amenaza de reducir fuertemente la tenencia de bonos del Tesoro de EEUU. Y sin China interesado, el Tío Sam tendría que pagar mayores tasas de interés.