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Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

Publicado en por Skiper

Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

Fuente: https://thepeoplesvoice.tv/pfizer-admits-mrna-jabs-contain-nanobots-that-permanently-alters-dna/

Traducción, corrección de la traducción subrayado del texto relevante: Skiper

Nota para el lector, por Skiper: He añadido enlaces adicionales a información extra que no están presentes en el artículo original. De la misma forma, los vídeos incluidos del artículo original no están presentes en esta traslación, pero pueden verse yendo a la fuente del articulo.

Investigadores independientes llevan años advirtiendo que las vacunas de ARNm contra el Covid contienen ingredientes secretos y ahora tenemos la confirmación de esa afirmación. Una inmersión profunda en la turbia historia de Pfizer revela que se asociaron con un israelí para desarrollar nanorobots programables que se inyectarían en personas para alterar su ADN, asignarles una dirección IP y conectarlas a Internet.

¿Los vacunados ya son cyborgs humanos que caminan y hablan, cumpliendo una función aún desconocida para la élite global, antes de desplomarse y morir con solo presionar un interruptor?. Esa es la pregunta que debe hacerse después de nuestra investigación que saca a la luz el inquietante trabajo prepandémico de Pfizer para crear nanorobots programables que se inyectarían en secreto en personas para alterar su ADN y tomar la forma definitiva de control sobre la humanidad.
En 2015, Pfizer se asoció con la Universidad Bar-Ilan en Israel, que había estado desarrollando estos nanobots programables:

Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

¿Qué fue lo que hizo que Pfizer quisiera trabajar con esta universidad en su programa de nanorobots de ADN?. Echemos un vistazo a una presentación de 2013 realizada por el científico de Bar-Ilan, el Dr. Ido Bachelet, en una sala de ejecutivos farmacéuticos, demostrando los nanorobots programables bajo un microscopio. Aquí explica que una jeringa puede contener "mil millones de robots". 

Recuerde, esta presentación se realizó en 2013, lo que significa que cuentan con esta tecnología desde hace más de 10 años. ¿Por qué se nos mantuvo oculto?. Quizás porque siempre tuvieron la intención de utilizar esta tecnología en secreto.

Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

Echemos otro vistazo a cómo se ven estos nanorobots bajo un microscopio. Aquellos que hayan estado viendo nuestros vídeos anteriores reconocerán que estos nanorobots se ven exactamente como las misteriosas entidades que investigadores independientes han encontrado en sus investigaciones del contenido de la inyección de ARNm de Covid bajo el microscopio.

Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

Muchos médicos, medios de comunicación tradicionales y verificadores de datos han tratado de convencernos de que el contenido de estas vacunas no es más que “cristales de sal”. Ahora sabemos la verdad. Son nanorobots de ADN. Lo sabemos porque hemos descubierto evidencia de científicos pagados que lo admiten ellos mismos.

Entonces, ¿Qué son estos nanorobots y por qué Pfizer y las grandes farmacéuticas querrían inyectar en secreto miles de miles de millones de ellos en seres humanos desprevenidos?. En su presentación, Bachelet se jactó de cómo pueden asegurarse de no “perder el control” de los nanorobots después de haberlos introducido dentro de cuerpos humanos.

Según explicó Bachelet, el “mando” está conectado a internet “como una Xbox”. Y el "controlador realmente vincula estos nanobots a la red". Así es. Los nanorobots “tienen una dirección IP real” y se puede “acceder a ellos” de forma remota.

Ahora, aquí está el truco. Como confirmó Bachelet, quienquiera que controle en secreto estos nanorobots de ADN puede encenderlos y apagarlos con solo presionar un interruptor y “liberar cargas útiles” en los cuerpos humanos. Espere, ¿cargas útiles? ¿Cargas útiles de qué?.

Mientras las personas vacunadas siguen muriendo en cantidades sin precedentes en todo el mundo, vale la pena preguntarse qué contienen estas cargas útiles. ¿Podría la élite controlar quién muere y cuándo, gracias a los nanorobots de ADN que silenciosa y engañosamente han inyectado en los cuerpos de miles de millones de humanos en todo el mundo?.

Si se escucha lo que el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, y sus compinches, incluido Bill Gates, tienen que decir, la respuesta no podría ser más clara. Los nanorobots de ADN de Pfizer pueden parecer una pesadilla, pero para aquellos que han estado prestando atención no son más que la cuarta revolución industrial de Klaus Schwab puesta en acción.

Pfizer admite que las inyecciones de ARNm contienen 'nanobots' que alteran permanentemente el ADN

El fanático del control globalista Bill Gates ha estado trabajando entre bastidores para informatizar el cuerpo humano durante años. ¿Sabías que a Microsoft se le concedieron “derechos exclusivos” sobre esta capacidad del cuerpo humano para actuar como una red informática?.
Microsoft obtuvo la patente estadounidense 6.754.472, que se titula: Método y aparato para transmitir energía y datos utilizando el cuerpo humano. Gates también posee otra patente que le fue concedida antes de la pandemia, esta presenta convenientemente los números 666.

No tenemos tiempo para entrar en detalles sobre estas patentes, pero puedes ver nuestros videos anteriores que detallan los inquietantes planes de Gates y la élite para invadir nuestros cuerpos para su propio beneficio. El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, tampoco es ajeno al concepto.

Robert F. Kennedy Jr. sabía exactamente lo que iba a pasar porque la élite global se ha estado preparando para la plandemia durante años. Según explica, dejaron sus huellas dactilares por toda la escena del crimen.

Para aquellos que todavía no creen que su gobierno vaya a experimentar con la gente, vale la pena aprender sobre el experimento de sífilis de Tuskegee, la Operación Sea-Spray y los diversos experimentos depravados MK-ULTRA. Para quienes saben dónde buscar, la lista es interminable.

También está el hecho poco conocido de que el gobierno británico decidió lanzar al azar una bomba nuclear justo al lado de 20.000 soldados británicos sólo para ver qué les pasaba. No te enseñan sobre este experimento enfermizo y vil en los libros de historia.

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5/G: Una Amenaza Invisible

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¿Por qué tanto interés en llevarnos a una guerra con Rusia?

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El expansionismo Marroquí: Ceuta, Melilla, Canarias y Andalucía en peligro

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Biografía de Irsas

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Biografía de Irsas

Autor: Skiper

Raza

Los Rok son una raza provenientes del mundo de Valka Alya. Pertenecen al triato de razas que compone como raza de la luz a los Landirian, en las sombras a los Rok y en la oscuridad a la raza de los Zan, sus razas hermanas. Los Rok suelen vivir en clanes, los cuales normalmente viven en aldeas, algunos de estos se especializan en la actividad mercenaria y viven en aldeas muy ocultas y difíciles de encontrar.

Sigilosos, diestros, ágiles, controladores de las sombras y la noche, los Rok poseen pieles oscuras de tonos obsidiana marrón, azul oscuro y otro tono de azul violetáceo llamado nebulosa. Sus cabellos son de cualquier tonalidad de color humana. Los rok pueden paralizar con su mirada viperina, y son capaces de efectuar reacciones premeditadas muy por encima de sus límites normales, como aceleraciones o movimientos rápidos y precisos.

Un rok tiene un enorme honor consigo mismo y con el sistema de creencias que se forma y no lo traiciona jamás. Si un rok llega a hacerlo por alguna razón, todo éste sistema de creencias y valores propios adquirido colapsará convirtiendo al rok en una criatura sin la más mínima ley ni el menor aprecio hacia cualquier criatura con la que se encuentre. 

Como Rok, Irsas posee las siguientes habilidades raciales propias de su raza que son las siguientes:

Mirada Viperina: El rok al establecer contacto visual con otra persona o entidad usa esta habilidad para paralizar a su víctima como una serpiente paraliza a un ratón. El efecto del la habilidad racial depende del carisma del rok.

Control de sombras: Esta habilidad racial permite al rok controlar las sombras del ambiente manipulando sus formas y el volumen de las mismas sombras. El control de las sombras depende de los puntos de talento del Rok.

Borrosidad: El entorno alrededor del Rok se vuelve borroso a la vista mientras el Rok se mimetiza con el ambiente.

Ultravisión: El Rok puede ver el espectro ultravioleta, pudiendo ver el color de las cosas iluminadas por la luna claramente, casi como si fuese de día.

Vadaw Akcell: El Rok usa una gran aceleración momentánea a corta distancia combinada con un movimiento premeditado de antemano. Este movimiento no puede ser modificado por el rok una vez ha sido ejecutado. 

En cuanto a Disciplinas y Maestrías Irsas tiene maestrías en las siguientes áreas: 

Maestría en Dagas Nivel 1  

Maestría en Armas Arrojadizas Nivel 1 

Maestrí­a en Espadas Nivel 1  

Maestrí­a en Dos Espadas Nivel 1

Geografía Local: Bosque de Olvene

En la región Suroriental de Alwast se encuentra el Bosque de Olvene, llamado en lengua Rok común:  Bosque de las Espinas. Esta región en concreto de Alwast es sumamente peligrosa debido a la lo intrincado de su vegetación y las brumas casi permanentes que cubren las zonas boscosas de enmarañada espesura.

La vegetación del bosque se encuentra perpetuamente rodeada por una maleza expandida de arbustos espinosos trepadores que ha colonizado el bosque y que se aferra a cualquier superficie, incluidas piedras y árboles.

La luz solar capaz de penetrar la maraña de espinas y árboles es escasa, y con buen tiempo solo se llega a ver a una distancia aproximada de unos 70 metros. La bruma sigue estando presente incluso en el mejor de los días soleados haciendo dificultosa la visión a ras de suelo para cualquier criatura con una visión limitada o no adaptada a este entorno.

La fauna es hostil en su mayoría y está compuesta casi en su totalidad de predadores agresivos de diverso tipo que aprovechan las brumas para cazar y moverse en silencio.

En cuanto a la flora, la dominación vegetal de los arbustos espinosos permite poco margen de crecimiento a otras especies vegetales distintas, siendo las más comunes varios tipos de helechos y el siempre presente musgo carmesí que prolifera a sus anchas debido a la humedad del lugar y a la poca luz solar.

Bosque de Olvene

Bosque de Olvene

Biografía de Irsas y otros datos de Interés

El clan de los Naut-Sar ha vivido durante varias generaciones en las profundidades del Bosque de Olvene. Este clan de Roks ha logrado prosperar e integrarse totalmente con el entorno hostil del bosque pasando desapercibidos incontables ciclos de tiempo.

Irsas creció en su aldea natal oculta en las profundidades del Bosque de las Espinas y forma parte del Clan Rok de los Naut-Sar.  Con el paso del tiempo Irsas destacó en ser poseedor de una  considerable habilidad con las armas blancas que estaba por encima de la media de cualquier miembro del clan. 

Irsas

Irsas

Nuestro Rok aprovechó su talento inherente especializandose en el uso de armas como espadas, dagas y cuchillos arrojadizos entre otras armas blancas de las que supo sacar un gran partido mejorando su pericia con ellas a base de esfuerzo y duro entrenamiento.

Después de varios ciclos de tiempo Irsas se ha convertido en un Rok adulto y ha decidido partir de su aldea natal para ver mas mundo y desarrollar aún mas su técnica con las armas blancas. 

En parte su decisión está tomada en base a esto, pero ocultamente, también está tomada por las condiciones de su entorno, un entorno natural cerrado y hostil el cual no le deja mucho margen de libertad y movimiento y limita su vida dentro de los confines del bosque de Olvene.

Irsas ansía ante todo mayor libertad fuera de su entorno aislado y busca aprender ciertos conocimientos. Por lo tanto, el abandonar su hogar local y salir de los confines de su bosque natal es algo primordial que Irsas tiene que hacer si quiere conseguir sus objetivos en un futuro cercano.

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Emilio Gallardo - 5G y grafeno. Información importante

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Emilio Gallardo es especialista en electrónica y ondas electromagnéticas. En este video explica al Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén, en Chile, el objetivo y los peligros del 5G para personas vacunadas y no vacunadas.

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Hablando de privacidad y reconocimiento facial en la televisión - Vlog de Marc Vidal

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Infiltración de la ONU a escala municipal: "Pacto mundial de alcaldes" y las ciudades de 15 minutos

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La cifra puede multiplicarse con la reagrupación. La misteriosa iniciativa legislativa.

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El siniestro aumento de los litigios sobre el cambio climático

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El siniestro aumento de los litigios sobre el cambio climático

Fuente: https://dailysceptic.org/2024/04/08/the-ominous-rise-of-climate-change-litigation/

Traducción, corrección de la traducción y subrayado del texto relevante: Skiper

Una vez estaba entre el público de una conferencia cuando un miembro de alto rango del poder judicial de una importante nación desarrollada declaró casualmente, en respuesta a una pregunta, que: “El derecho es relevante para cada cuestión de la conducta humana”.

Fue un comentario revelador y lo anoté palabra por palabra. A menudo pienso en ello. Para alguien armado con un martillo, cada problema parece un clavo; para el juez, cada problema parece un caso judicial. Supongo que esto es de esperarse. Y en ese nivel la declaración era casi contradictoria.

Pero el comentario también expresó algo profundamente importante sobre las sociedades modernas. El teórico social alemán Niklas Luhmann describió tales sociedades como divididas en distintos sistemas comunicativos (política, derecho, economía, medicina, medios de comunicación, etc.) en los que el entorno (es decir, el mundo real subyacente) es procesado por un sistema de código en un formato comunicativo que sea digerible para el sistema propiamente dicho.

Para el sistema legal, ese código es "lícito/no legal": todo lo que ocurre en el entorno del sistema debe entenderse en esos términos, y toda la realidad (a los ojos del sistema legal) está abarcada en esa dinámica. Por supuesto, de ello se deduce que no puede suceder nada que el sistema jurídico no pueda considerar sobre la base de que es lícito/no lícito, legal/ilegal. Todo lo que alguna vez ha sucedido, o potencialmente podría suceder, es lo uno o lo otro.

Entonces, tarde o temprano, era inevitable que el clima mismo –el entorno literal– quedara subsumido dentro de esta lógica, y que las interacciones humanas con el mundo mismo en el que vivimos quedaran sujetas a esta codificación binaria. Y así, lo que era inevitable efectivamente sucedió, en la forma de dos series separadas de litigios que tuvieron lugar en extremos opuestos del mundo, en Europa y Nueva Zelanda, respectivamente.

Se corren grandes riesgos cuando se analizan los entresijos del litigio en curso. Los jueces pueden ser unos cabrones impredecibles. Y en este sentido se corren riesgos aún mayores cuando se habla de litigios que deben decidirse de forma inminente. Este post salió el 8 de abril y se refiere a tres casos cuyas sentencias se dictarán el día 9. Aquellos de ustedes que lean la publicación a tiempo podrán seguirla en tiempo real, por así decirlo, y ver cuán precisas fueron mis predicciones. Pero, como enfatizaré hacia el final de la publicación, en un aspecto importante, en realidad no importa cuáles sean los resultados.

Primero, Nueva Zelanda: tierra de corderos, pinot noir y nombres extraños para las posiciones de rugby. En el reciente caso  Michael John Smith Fronterra Cooperative Group Ltd and Ors  [2024] NZSC 5, la Corte Suprema de Nueva Zelanda anuló la decisión de un tribunal inferior de desestimar una demanda (es decir, denegar una audiencia) a un maorí anciano que quería demandar a varias empresas de Nueva Zelanda que estaban involucradas en la emisión de gases de efecto invernadero.

La idea aquí es que la "crisis climática" está poniendo en peligro tierras de importancia cultural y espiritual para el clan de este hombre, y que la emisión de gases de efecto invernadero es un mal civil -un agravio- que debería proporcionarle a él (y presumiblemente a su pueblo) una remedio monetario. Es una molestia pública, una negligencia o un agravio completamente nuevo de “daño al sistema climático”. El Tribunal de Apelaciones de Nueva Zelanda había desestimado anteriormente la reclamación por considerarla manifiestamente destinada a fracasar, razonando, creo que con bastante sensatez, que:

La magnitud de la crisis que es el cambio climático simplemente no puede abordarse apropiada o adecuadamente mediante demandas por daños del derecho consuetudinario presentadas ante los tribunales. Es esencialmente una cuestión que exige una respuesta regulatoria sofisticada a nivel nacional respaldada por la coordinación internacional.

En otras palabras, si se admite que el cambio climático es una cuestión que tendremos que abordar en algún aspecto (una posición con la que estoy en general de acuerdo), entonces eso debería ocurrir a través del proceso político democrático y no mediante litigios. Es un asunto de los parlamentos, no de los tribunales. Y por eso el caso no debería ser escuchado.

La Corte Suprema no estuvo de acuerdo. Al declarar, creo que de manera ominosa, que “los principios que rigen las molestias públicas no deben quedarse quietos frente a los enormes desafíos ambientales atribuibles a la actividad económica humana”, decidió que la reclamación debería pasar a una audiencia completa.

Esto no significa que decidió la cuestión de una forma u otra, sino que dicha cuestión ahora en realidad corresponderá a un tribunal (inevitablemente, en última instancia, la propia Corte Suprema). Es de suponer que esto sucederá a finales de este año, aunque no estoy familiarizado con la velocidad con la que giran las ruedas de la justicia en Wellington.

A continuación Europa, concretamente Estrasburgo, tierra de eurócratas, perros alsacianos y antagonismo franco-prusiano. La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictará el 9 de abril de 2024 sus decisiones en los tres casos conjuntos Verein  KlimaSeniorinnen Schweiz y otros contra Suiza, Carême contra Francia y Duarte Agostinho y otros contra Portugal y otros 32.  

En sus sentencias determinará aproximadamente la misma cuestión que la Corte Suprema de Nueva Zelanda desde la dirección opuesta, por así decirlo. Mientras que en  Smith  la disputa es de derecho privado y el demandante busca una compensación de las empresas demandadas por los daños en cuestión, en estos casos la cuestión es de derecho público: si los gobiernos están violando los derechos humanos de sus poblaciones al no responder adecuadamente a la mencionada "crisis climática".

En el primer caso, Verein KlimaSeniorinnen Schweiz, las demandantes, un grupo de mujeres mayores, se han quejado de que las autoridades públicas no están haciendo lo suficiente para prevenir los impactos del cambio climático en su nivel de vida y su salud. En el segundo, Carême, ex alcalde de un municipio de Francia, está demandando al Estado basándose en que el cambio climático representa una amenaza a su derecho a la vida y al derecho al respeto de su vida privada y familiar y no se está haciendo lo suficiente para impedirlo.

En el tercero, Duarte Agostinho y otros  (que, debo decir, es posiblemente el ejemplo más atroz de litigio en materia de derechos humanos que jamás haya conocido, y he visto mucho), un grupo de seis ciudadanos portugueses de edades comprendidas entre ocho y 21 años han presentado una demanda contra prácticamente todos los estados del Consejo de Europa, alegando que el cambio climático “afectará sus vidas, su bienestar, su salud mental y sus hogares” debido al mayor riesgo de olas de calor. incendios forestales y humo de incendios forestales.

Esto, alegan, violará las obligaciones que les corresponden con respecto a sus derechos a [comprueba las notas nuevamente] a la vida, la prohibición de malos tratos, el respeto a la vida privada y familiar y la no discriminación (sobre la base de que el calentamiento global afectará a los jóvenes) personas más que mayores.

Dejando de lado los méritos (o la falta de ellos) de estos cuatro casos, ¿Cuál será el resultado?. Los vaivenes de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos son tales que es casi imposible predecir de antemano qué decidirá sobre una cuestión determinada, y si bien alguna vez habría dicho que se puede esperar que el Tribunal Supremo de Nueva Zelanda. Si soy bastante sensato, debo decir que realmente nada me sorprendería estos días. Los cuatro casos podrían ser objeto de risa fuera de los tribunales, pero, igualmente, los cuatro podrían tener éxito.

Lo que creo que es más probable que suceda –y lo sabremos a su debido tiempo– es que los demandantes en cada caso fracasen, pero que el tribunal en cuestión no pueda resistir la oportunidad de "desarrollar" la ley e insinuará que futuras afirmaciones, mejor formuladas y mejor respaldadas por evidencia, pueden tener éxito.

La Corte Suprema de Nueva Zelanda dirá algo así como: “Si bien en este caso la demanda no puede tener éxito, no vemos ninguna razón por la cual, en principio, no debería haber un agravio por daños al sistema climático”.

Y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dirá algo como: “Si bien en este caso las reclamaciones no pueden prosperar, un futuro demandante podría hacerlo demostrando x, y y z”. Y con ello se dejarán las puertas abiertas a futuros litigios.

Sin embargo, independientemente de lo que decidan los tribunales en cuestión, lo importante es que estos casos se presenten y se escuchen en primer lugar. Porque realmente no deberían serlo. De hecho, difícilmente podría imaginarse un tema que, a primera vista, sea menos adecuado para ser decidido en un tribunal de justicia. Esto se debe a tres razones obvias:

La primera es que se supone que un tribunal debe aplicar la ley, en lugar de elaborarla, y en esta área simplemente no existe una ley aplicable. No existe ningún agravio por “daños al sistema climático” y nada en la historia de la ley de agravios se parece a algo realmente parecido.

Los redactores del Convenio Europeo de Derechos Humanos no tenían nada parecido al cambio climático en mente cuando elaboraron el tratado aunque la Corte ha desarrollado una doctrina compleja, conocida como el enfoque del 'instrumento vivo' o 'interpretación evolutiva', para explicar eliminar este tipo de problemas. Si alguno de estos casos tiene éxito será porque el tribunal en cuestión se ha permitido en la práctica elaborar leyes desde sus tribunales, y esto no es lo que se supone que debe suceder en un sistema jurídico adecuadamente desarrollado.

La segunda razón es que los tribunales carecen de legitimidad política (al menos fuera de Estados Unidos, donde los jueces son designados políticamente o son realmente elegidos). No son responsables ante el electorado directa o indirectamente a través de políticos electos. Por lo tanto, no deberían ser ellos quienes decidan cuestiones políticas importantes, como si las personas afectadas por el cambio climático (suponiendo que se pueda probar la causalidad, que es una suposición bastante amplia) o si tienen derecho a algún tipo de reparación, y mucho menos a algún tipo de solución o cuál debería ser ese remedio.

Y la tercera razón es que los tribunales carecen de experiencia en asuntos complejos. No me refiero a esto sólo en el sentido de que los jueces no sean científicos del clima; un comité de científicos del clima también carecería de experiencia a este respecto.

Esto se debe a que las cuestiones involucradas son "complejas" en sentido estricto: abarcan una variedad de campos (ciencia, economía, derecho, salud, etc.), una variedad de subdominios dentro de esos campos, una variedad de valores en competencia, y una variedad de prioridades diferentes, y todos estos diferentes factores se influyen entre sí de maneras imprevisibles.

No sólo se trata, entonces, de que ningún grupo de hombres y mujeres pueda evaluar adecuadamente y de forma "experta" las cuestiones implicadas. También es cierto que muchas de esas cuestiones (en particular las cuestiones subyacentes sobre los valores y la moralidad) no pueden describirse razonablemente como sujetas a la experiencia en absoluto. Ningún ser humano puede ser más experto que otro en lo que corresponde valorar. En otras palabras, los asuntos que se están litigando son asuntos de política  por excelencia y la política es algo para lo que los tribunales están muy mal equipados.

Pero esto nos lleva, con un golpe, de nuevo a Niklas Luhmann. Luhmann era un sociólogo alemán oscurantista y elitista y hacía que sus escritos fueran deliberadamente inaccesibles (incluso para aquellos con un buen dominio del alemán académico, que yo ciertamente no tengo). Y, por lo tanto, aquí lo voy a bastardear y expurgar un poco para presentar un argumento que estoy seguro de que él no habría respaldado.

Pero haré esto para resaltar lo que creo, escondido en el fondo, fue uno de sus mensajes importantes: que la modernidad sería testigo de una especie de marchitamiento o contracción de la política y su reemplazo por, entre otras cosas, la ley.

Podemos pensar en lo político como el ámbito en el que se toman decisiones mediante la aplicación del poder. Si tenemos suerte, ese poder deriva de la legitimidad democrática. Por supuesto, también podría derivar del poder de un autócrata. La cuestión, sin embargo, es que el poder es ejecutivo: se sopesa una amplia gama de factores (idealmente todos los factores relevantes) y se llega a una decisión sobre la base de lo que se considera "mejor", con lo que "mejor" se vería como si estuviera determinado por el(ellos) titular(es) del poder. Obviamente, lo ideal es que tengan un buen control de lo que realmente sería "mejor" y ejerzan su poder de toma de decisiones en consecuencia; es muy posible que no lo hagan.

Sin embargo, vivimos en sociedades en las que la vasta complejidad de la realidad subyacente (las cosas que realmente están  presentes , que realmente están  sucediendo ) es absorbida por sistemas sociales funcionalmente diferenciados que las re empaquetan sobre la base de binarios simples: el sistema legal clasifica todo en categorías: lícito/no lícito; el sistema de medios de comunicación categoriza todo en noticias/no noticias; el sistema científico categoriza todo en verdadero/no verdadero; el sistema médico clasifica todo en saludable/no saludable, y así sucesivamente. Como resultado, el espacio para la política se vuelve cada vez más pequeño, porque la necesidad de tomar decisiones políticas como tal se ve excluida frente a los imperativos de los otros sistemas sociales.

El ejemplo clásico de esto es, por supuesto, el Covid-19, en el que, como recordarán, un nuevo "acontecimiento" surgió del entorno (el virus) y en cuestión de semanas todo el mundo parecía "saber todo" en términos de lo que era noticia: mercado húmedo, amenaza terrible, nueva normalidad... y lo que no era noticia: fuga de laboratorio, propagación temprana... lo que era "verdad": todos son igualmente vulnerables, el distanciamiento social y su función... y lo que era "no cierto": las personas mayores son mucho más vulnerables que los jóvenes, el distanciamiento social es sólo teatro... lo que era lícito: quedarse en casa y lo que no era lícito: tomar el sol, sentarse en un banco del parque, abrazar a la abuela en un funeral.

Y todo esto parecía suceder no sobre la base de la toma de decisiones políticas en el sentido en que lo esbocé antes, sino más bien sobre la base de una especie de locura comunicativa colectiva que abarcaba tanto a políticos como a no políticos. Los políticos no estaban ausentes del panorama, pero no ejercían  la política como tal; más bien fueron arrastrados y azotados por un torbellino de comunicación intensa (encuestas de opinión, informes científicos, pronósticos de modelos, tuits, etc.) que los superó.

El resultado fue que los sistemas mediáticos, legales, médicos y científicos organizaron una especie de revuelta no declarada y se lanzaron a su propia travesura salvaje, con los políticos siguiéndolos en la distancia, tratando de alguna manera de mantener el ritmo.

Algo similar está sucediendo, aunque en una medida menos dramática, con estos casos de cambio climático. Qué hacer con el cambio climático, como dije anteriormente, debe resolverse a través de procesos que sean políticos: en los que todos los factores relevantes sean sopesados ​​y las decisiones las tomen quienes están en el poder (idealmente, quienes rinden cuentas democráticamente ante el pueblo).

Lo que estamos viendo en cambio es la absorción del tema por parte del sistema legal en su propio marco comunicativo, en el que todo lo que tiene que ver con el asunto se reduce a una simple codificación sobre la base de lo que es legal y lo que no es legal.

La vasta y profunda cuestión de la humanidad y su entorno natural –cómo es que debemos hacer las paces con el mundo real en el que nos encontramos– es simplemente aplastada, exprimida, destrozada y pisoteada hasta que pueda resolverse adecuadamente. para encajar en la serie apropiada de ranuras. El juez tira de una palanca y, ¡listo!, sale una respuesta: esto es lo que debemos hacer (lícito), y esto es lo que no debemos (ilegal); esto es lo que se debe obligar al demandado a hacer, y esto es lo que el demandante debe recibir. Y con ello la política desaparece, reemplazada por una aplicación despolitizada y "neutral" del código legal/ilegal.

Esto es obviamente perjudicial, en parte porque, por definición, reduce la gama de factores que deben tenerse en cuenta al decidir cuestiones de política con respecto al cambio climático y el medio ambiente, y en parte porque, al final, también tiene el efecto de socavar el objetivo de tener un sistema legal en primer lugar. Si el objetivo de la política es aplicar el poder para tomar decisiones, el objetivo del sistema legal es mantener la estabilidad social dando a las personas previsibilidad y certeza en sus interacciones. Sabemos cuáles son las normas, qué es lícito y qué no, y por eso sabemos cuál es nuestra posición. Tenemos un punto de referencia, y todos los que nos rodean también lo tienen.

Pero para que esta función se cumpla adecuadamente, es necesario utilizar la ley con moderación. Si literalmente cualquier cosa y todo cae bajo la determinación de los tribunales –si la ley llega a ser vista como “relevante para cada cuestión de la conducta humana”– entonces se logra el resultado opuesto: nadie está seguro de cuál es su posición con respecto a de nada, porque nunca se puede saber de antemano si un tribunal puede tomar de repente una determinación que literalmente cambiará las reglas a mitad del juego.

Ésta es la posición en la que se encuentran ahora los demandados en el litigio Smith en Nueva Zelanda, por ejemplo, y, de hecho, en la que se encuentran ahora todas las empresas de la jurisdicción. Pensaban que vivían en un mundo en el que la ley era una cosa y no existía el agravio del “daño al sistema climático”; ahora es muy posible que descubran que es algo completamente diferente. Y como resultado, toda su toma de decisiones comerciales se volverá inestable.

No es tranquilizador hacer la grosera observación de que los acusados ​​en el caso Smith presumiblemente tienen mucho dinero. La cuestión es que si les puede pasar a ellos con respecto al cambio climático, le puede pasar a cualquiera con respecto a cualquier otra cosa. La misma lógica se aplica en los casos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que se decidirán el 9 de abril.

Si el tribunal puede decidir que el hecho de que los Estados no protejan a los ciudadanos contra los daños que, correcta o incorrectamente, están asociados con el cambio climático es una violación de derechos, puede decidir que cualquier cosa lo es. Y con ello se derrota el propósito mismo de la existencia del derecho, porque su alcance y sus efectos son muy abiertos.

Parece seguro decir, entonces, que estamos presenciando en este fenómeno no sólo la desaparición de la política sino también la perversión del derecho, es una bebida tóxica de hecho. Todo lo que es complejo se abstrae y se reduce al marco legal/ilegal, pero al mismo tiempo las virtudes del marco legal/ilegal –en las circunstancias en las que ayuda a mantener la estabilidad de las expectativas normativas– se corroen mucho al exigirse que también se haga lo mismo.

Probablemente no sea necesario decir que este no es un buen lugar para estar y, sobre esa base, arriesgaré otra predicción: en la medida en que los tribunales interfieran con la política sobre el cambio climático, los resultados van a ser lamentables.

Lo único que puedo agregar para terminar es que, por supuesto, el cambio climático no es de ninguna manera el único ámbito en el que vemos desarrollarse la dinámica que he estado describiendo, y en mi próxima publicación hablaré un poco más sobre el tema. Para entonces también sabremos algo sobre hasta qué punto mi conjunto inicial de predicciones era cierto, al menos con respecto a los casos ante el tribunal de Estrasburgo.

El Dr. David McGrogan es profesor asociado de derecho en la Facultad de Derecho de Northumbria.

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